Trump se estrella contra el muro de Nancy Pelosi

Trump se estrella contra el muro de Nancy Pelosi

La presidenta de la Cámara Baja le dijo no a los recursos para construir el muro en la frontera con México y le ganó una importante pulseada política.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, encontró por fin pan para sus dientes en la presidenta de los diputados, la demócrata Nancy Pelosi. Desde las elecciones de noviembre, cuando el Partido Demócrata recuperó la mayoría en la Cámara Baja, y se achicó la diferencia con los republicanos en el Senado, las cosas han cambiado en el Parlamento norteamericano. La primera gran pulseada ha vuelto a ser la realización del muro en la frontera con México, que es un tema clave, habiendo sido una de las promesas electorales del presidente argumentado su necesidad para frenar el tráfico de droga y la criminalidad proveniente del país latinoamericano. Luego de agredir a los mexicanos alardeando que ellos habrían pagado el costo de ese muro, estimado en 11 mil millones de dólares, Trump ha solicitado casi 6 mil millones más al Congreso para realizar la obra. Pelosi en nombre de sus correligionarios, le ha respondido criticando la iniciativa del muro y replicando que no es esa la manera de afrontar los problemas de la frontera, por lo que no dispondría de los votos para financiar su construcción.

Trump, con su estilo prepotente y adicto a las falacias, ha evidenciado una serie de problemas, pero se le ha plantado adelante una mujer con una larga experiencia política y todavía más hábil en la negociación. La respuesta del presidente ha sido la de “clausurar” el gobierno, algo que ocurre cuando se dispone de los fondos necesarios. Durante casi un mes, 800 mil empleados públicos no han recibido su salario, generando enojo e irritación ante una decisión que Pelosi no ha dudado en calificar como un “berrinche” del presidente. Lisa y llanamente, la presidenta de la Cámara Baja ha afirmado públicamente que como madre y abuela reconoce de inmediato cuando se está ante un berrinche, por lo que ha dejado caer sobre Trump la responsabilidad por el cierre del gobierno. En el entorno republicano ha cundido el temor y el enojo para con el presidente empecinado en una batalla en la que nadie cree seriamente, con base en un falso relato sobre los problemas que provocarían los migrantes.

El punto más álgido ha sido la inteligente negativa de Pelosi en ofrecer la Cámara Baja para el tradicional discurso del presidente sobre el “estado de la unión”. Una tradición de las instituciones estadounidenses. Ante el cierre del gobierno, la mujer alegó que no había garantías de seguridad para la presencia del presidente por lo que nada de dar discursos. Trump ha aparecido incapaz de presentar nuevos argumentos que suelen sepultar a sus adversarios bajo una andanada de gestos arrogantes y tuvo que dar marcha atrás. No dio el discurso tradicional y acaba de reabrir la gestión de gobierno. Es decir, no podrá construir el tan mentado muro y si quiere votos para las leyes necesarias deberá negociar con alguien que sabe cómo plantársele de frente.

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