La OMS alertó que la capital chilena alcanzó la más alta concentración de micro partículas en el aire.
Las condiciones meteorológicas siguen influyendo negativamente sobre la calidad del aire de Santiago de Chile. Luego de cuatro días consecutivos, y con la advertencia de no quemar leña en la región, sigue la emergencia ambiental debido al alto nivel de polución en la cuenca por la presencia de micro partículas (MP 2,5). A la ausencia de ventilación suficiente para despejar el aire, se suman las bajas temperaturas que por la mañana llegarán a 5°C, lo que favorece la mantención de las partículas en el suelo.
Ayer domingo, la capital chilena registró el más alto índice de contaminación a nivel continental, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La organización indicó que su calidad de aire es “peligrosa”. Le sigue Lima entre las ciudades con mayores registros de esmog. Este lunes, ante un comienzo de semana en el que sigue la mala ventilación y el esmog sobre la ciudad, el Gobierno mantuvo las restricciones al tránsito de los vehículos catalíticos cuyas patentes terminen en 8 y 9.
Las autoridades explican que los altos niveles de esmog se deben al “efecto partido”, pues a las emisiones generadas por la circulación de vehículos se une la quema de carbón en los asados familiares en coincidencia con los partidos de fútbol. En efecto, se señala que el pasado sábado el nivel de MP 2,5 comenzó a subir a las 22 horas, cuando en muchas casas se seguía el partido de la selección chilena en la Copa América y mientras tanto se preparaba el asado.
Hacia la medianoche se constataron los niveles de emergencia. La coincidencia de estos dos factores viene siendo notada desde hace años. El problema, entre otros, es que la publicidad comercial de bebidas o productos alimenticios utiliza la imagen del asado junto con los eventos futboleros.
El ministerio de Medio Ambiente señala que en los últimos nueve encuentros de la selección chilena, entre 2014 y 2016, se han suscitado preemergencias y emergencias ambientales. A esto se une que las autoridades no toman las medidas adecuadas en previsión de estas circunstancias.
Por otro lado, como en otras urbes del mundo afectadas por la contaminación del aire, las autoridades sanitarias constatan un incremento de los casos de enfermedades a las vías respiratorias. Los menores las padecen más y sus internaciones han amentado en las últimas dos semanas, así como tuvieron un alza las consultas. Se estima incluso adelantar la alerta sanitaria por la circulación del virus sincicial, que ataca a los más pequeños. La combinación de estos factores podría hacer colapsar los servicios de urgencia médica.