Romero Jucá estaba a cargo de la cartera de Planificación.
Que la corrupción no fuera un problema sólo del oficialista Partido dos Trabalhadores (PT), era un hecho conocido. Varios observadores habían incluso señalado la incógnita representada por la presencia en el nuevo gobierno de Brasil de varios ministros investigados por el escándalo Petrobras, además del propio presidente interino, Michel Temer, a su vez salpicado por este resonante caso. La incógnita tomó la forma de la renuncia del ministro de Planificación a tan sólo diez días de que se instalara el nuevo Ejecutivo con un elemento agravante más: el renunciante deja entender que formar un nuevo Gobierno tenía como objetivo obstruir la justicia.
Romero Jucá, no resistió la embestida del escándalo desatado por un audio en el que sugiere que maniobraría para obstruir las investigaciones en la estatal Petrobras. La grabación fue difundida por el diario Folha de Sao Paulo y reproduce una conversación ocurrida en marzo en el que Jucá sugería que si Temer asumía el poder en lugar de la presidenta Dilma Rousseff se podría “frenar” la investigación en Petrobras. La grabación fue realizada antes de que la Cámara de Diputados aprobase el juicio político que finalmente instauró el Senado contra la presidenta. “Tiene que cambiar el Gobierno para estancar esa sangría”, dice el renunciante sobre la extensión de esas investigaciones.
La idea de un “pacto” que “circunscriba” la acción de la justicia en torno al escándalo Petrobras, que ya involucra a medio centenar de políticos, toma cuerpo considerando que Jucá es un hombre de confianza del presidente interino Temer, y le sucedió en la presidencia del influyente PMDB, en ese momento todavía aliado del PT en el Gobierno.
Su autodefensa siguió el clásico guión de la acusación dirigida al diario de haber “sacado de contexto” la conversación grabada, aunque admitiendo que el audio es real, reproduciendo en modo equivocado el concepto que quiso expresar. Jucá también alegó haber apoyado las investigaciones en Petrobras y haber solicitado varias veces que se aclarara su situación judicial luego de que uno de los delatores lo denunciara. Sin embargo, sus dichos se desmoronaron cuando pocas horas después Folha de Sao Paulo reveló la totalidad del audio en el que no quedaban dudas acerca de la intención del ministro de obstruir la investigación.
La renuncia de Jucá fue exigida incluso por aliados del Ejecutivo conducido por Temer, comenzando por el partido Demócratas (DEM). El impacto del episodio ha sido fuerte. Fuera del Senado, grupos de manifestantes que defienden a la presidenta Rousseff, reclamaban ayer la salida del ministro al tiempo que otros políticos volvían a señalar las verdaderas razones del impeachment que ha suspendido el mandato de la presidenta: un “golpe” cuyo objetivo era frenar las investigaciones que llegan hasta el propio Temer.
