Tras la conclusión del primer congreso internacional de los encargados de los Focolares para la protección de menores, la Presidenta María Voce y el Copresidente Jesús Morán han escrito una carta a todos los miembros del Movimiento sobre el compromiso de los Focolares en este aspecto.
“Invitamos a todos a comprometernos con gran responsabilidad en este objetivo tan importante de la promoción del bienestar y de la protección de menores”. Son palabras de la Presidenta María Voce y del Copresidente Jesús Morán en una carta enviada el pasado 27 de marzo a todos los miembros de los Focolares en el mundo, al finalizar el primer Congreso Internacional de los Encargados de los Focolares para la Protección de Menores. (Ver carta anexa).
Con 162 participantes provenientes de 38 países de todos los continentes, este encuentro, realizado del 14 al 17 de marzo en Castel Gandolfo (Italia), fue la ocasión para hacer un balance del compromiso de los Focolares en relación al bienestar y la protección de cada persona. Un compromiso desde siempre presente en el Movimiento como lo demuestran las múltiples actividades de formación, las iniciativas y los proyectos realizados en todo el mundo para la promoción de los niños y los adolescentes.
Líneas-guía y comisiones para la protección de menores
En abril de 2014 el Movimiento elaboró también las “Líneas-guía para la promoción del bienestar y la protección de los menores” y en 2015 se constituyó una Comisión Central para la “Promoción del Bienestar y Protección de los Menores” (CO.BE.TU.). En el mundo se han constituido comisiones regionales o hay encargados competentes. Su tarea es la de “proteger, pero también promover actividades de formación para nuestros miembros, especialmente aquellos que desarrollan actividades con niños y adolescentes”.
Las Comisiones tienen también la tarea de recibir las notificaciones de presuntos abusos y encaminar verificaciones internas. María Voce y Jesús Morán explican en la carta que durante estos años han llegado una veintena de estas notificaciones y comunican: “Con profundo dolor tenemos que reconocer que, también en nuestra gran familia de los Focolares, se han verificado algunos casos de abuso de menores, provocados por personas del Movimiento, o de personas que asistían a manifestaciones organizadas por nosotros. Se trata en general de hechossucedidos hace tiempo (algunos hace más de 20 años), pero otros, lamentablemente, son hechos recientes y han estado involucrados miembros consagrados”.
La institución de la Comisión Central y de las regionales –afirman con mucha gratitud la Presidente y el Copresidente– ha sido una ayuda no solo para facilitar las notificaciones de casos de presuntos abusos, sino también “para comprender cómo hacer justicia a las víctimas, cómo acompañarlas a ellas a sus familias, y qué acciones internas tomar en relación con los autores de los abusos, independientemente, de las acciones judiciales previstas por las leyes de los respectivos países”.
A la vez invitan a todos, no solo a quienes se ocupan de los menores en los Focolares, a profundizar y poner en práctica las “Líneas guía” y participar en los cursos de formación sobre estos temas que se realizan en las distintas regiones.
Tolerancia cero
María Voce y Jesús Morán reafirman la línea de “tolerancia cero” del Movimiento de los Focolares ante cualquier forma de violencia, abuso, maltrato o actos de acoso, realizados directamente o a través de la Web, contra cualquier persona, con especial atención a los menores y a los adultos vulnerables. “Esto significa –explican– denunciar ante las comisiones locales o central, cualquier sospecha de abuso o de violencia”. Y consideran “una tentación real pensar en no denunciar los casos por el bien de nuestro Movimiento, para evitar un escándalo o para proteger el buen nombre de alguien”.
Especialmente añaden “cada caso implica una profunda purificación para el Movimiento. Aceptémosla con humildad y con profunda compasión hacia quien –quizás por nuestra falta de atención- haya sufrido traumas indescriptibles.”
Un compromiso, por tanto global, que no se limita solo a los miembros de los Focolares y que, como María Voce y Jesús Morán señalan al final de la carta, debería abrirse cada vez más a toda la humanidad. “No podemos dejar de sentir nuestro el grito de dolor de todos los niños, niñas y adolescentes del mundo. (…) Forma parte de nuestra vocación ir a su encuentro. Por este motivo deberíamos estar en primera línea en la defensa de las personas más débiles, dondequiera que ellas sean víctima de cualquier forma de violencia o abuso”.
Carta Maria Voce e Jesús Morán – Cuidado y protección de Menores