Presencia silenciosa

Como cada primer lunes de mes, un grupo de personas se junta para compartir lecturas esenciales.

Es una práctica que transita por su primer lustro de vida e involucra a la inquieta Rabina Silvina Chemen, de la Comunidad Bet El; a José Luis D’Amico, licenciado en teología, director del Centro de Estudios Bíblicos Nuestra Señora de Sión; y a Nancy Falcón, licenciada y directora del Centro de Diálogo Intercultural Alba. Ellos forman parte de Lecturas compartidas, este espacio donde una misma mesa aúna a tres tradiciones religiosas en una sola voluntad: la de hacer del territorio de los textos sagrados, una experiencia compartida.

Comenzaron siendo sesenta personas allá por 2016. Cuando el COVID y la cuarentena se instalaron, la asistencia era un interrogante, pero el soplo del Espíritu se hizo presente, y la cantidad de interesados creció de modo ininterrumpido y sostenido. Claro está, no es ésta la intención de las lecturas, la de utilizar métricas de popularidad. En estas lecturas se va en profundidad y con el cuore en la mano.

Pruebas al canto, fue el reciente encuentro del lunes 6 de julio, donde hubo más de 120 asistentes, con presencia de personas de San Martín de los Andes, Mendoza, Catamarca, Córdoba, Rosario, Buenos Aires y México. El auditorio se extiende a otros puntos del planeta, ya que se realiza a las 19:30 hora argentina. En otros continentes se comparte la grabación.

Las lecturas compartidas son un espacio de intimidad. Claro, la lectura es la de textos sagrados, del Antiguo (Primer) o del Nuevo (Segundo) Testamento. La fuerza que cobran los versículos al ser interpretados desde distintas ópticas es un potenciador de la vigencia de la Palabra. En esto los hermanos judíos corren con cierta “ventaja”, ya que son la religión que precedió a las otras, y su abordaje es bien didáctico con una buena dosis de humor (que implica amor). Varios católicos enriquecemos nuestra propia comprensión de determinados pasajes de los Evangelios u otros libros en común.

No hay “bajadas de línea”. Se escucha la lectura, que fue rumiada por los coordinadores, para luego sentir su repercusión en los asistentes. Algunos comparten su parecer a viva voz, otros lo harán mediante el chat del zoom, que oficia de mesa virtual desde las lecturas de abril. El espacio es tan abierto, que los coordinadores hasta se dan el lujo de compartir la cocina previa de cada encuentro.

Algunos asistentes inquietos como la querida Cecilia Di Lascio insistió que las bendiciones sería un buen tema para abordar desde las lecturas. Y como es una dama de fe, tuvo su recompensa con la lectura de julio, que si bien llevó por título “Presencia silenciosa”, ahondaba en las bendiciones.

Inicialmente este encuentro pudo ser titulado “Un suave susurro”, pero Nancy Falcón, hermana musulmana, explicó que los susurros en el Corán remiten a Shaitán (Satanás). Esto como una pincelada del trabajo conjunto que hay en cada encuentro, no solo en cuanto al modo de elegir las lecturas, sino al tiempo para rumiarlo entre los coordinadores. 

El resto es una experiencia que merece ser vivida. Este cronista tuvo el tupé de preguntarle vía mail a Silvina cuáles serían las lecturas que se compartirían, como para invitar al encuentro con un detalle previo, mediante un breve artículo en nuestro portal. Su respuesta fue clara: “alumno Quique: ¡no adelantamos material para sorprenderlo!
un abrazo – Silvina”.

Vale la pena hacer esta experiencia de lectura y escucha. De dejarnos sorprender, de incorporar miradas de otra fe, de confiar en personas que deciden caminar juntas buscando los puntos de unión, respetando y valorando las (benditas) diferencias.

La cuarentena nos deja en casa, pero invita a abrir el corazón. Así las lecturas se expandieron y ahora (desde julio 2020) involucran a hermanos musulmanes. Es un espacio donde se construye comunidad, pese a la limitación de la pantalla virtual. Hay un Espíritu que las trasciende y vincula a los asistentes con el hilo de oro. 

La próxima lectura compartida será el lunes 3 de agosto a las 19:30, chequeadlo en https://www.facebook.com/silvina.chemen