Los votantes deberán elegir un colegio de 538 electores que en diciembre indicará quién ocupará la Casa Blanca respetando la indicación mayoritaria de hoy.
No es fácil entender el sistema de voto estadounidense, desde el mecanismo para la definición en elecciones primarias de los candidatos, a la elección presidencial de hoy, cuando los votantes determinarán un colegio de 538 electores que en diciembre elegirá al nuevo presidente de los Estados Unidos, a la votación en sí misma que ya comenzó el 2 de noviembre con votos adelantados y que culmina hoy, un martes, en horarios que varían según los estados.
El ganador o la ganadora de hoy deberá asegurarse por tanto 270 electores, la mitad más uno, para ser presidente. La preferencia de la mayoría de votantes es clave para la votación de los 538 electores que reciben de este modo una indicación. En caso de paridad deberá decidir el Congreso. El número de los electores se obtiene sumando los 100 senadores a los 435 congresistas más 3 delegados por el Estado de Washington, que no tiene senadores.
Como nunca, se trata de elecciones en las cuales los republicanos, partido notoriamente conservador y de claro corte liberal, son representados por un candidato imprevisible, Donald Trump, que con sus modales y sus groserías supo granjearse rechazos incluso entre eminentes miembros de su partido. Sin embargo, este arrogante maleducado convencido de que a las mujeres puede hacerle lo que quiere por ser millonario, delusor fiscal y mentiroso compulsivo demostró mucha habilidad para interpretar el sentir del país profundo, compuesto por una clase trabajadora descontenta de los resultados económicos, nostálgica del bienestar de los años 60, temerosa de las minorías raciales, partidaria del decisionismo, de bajo nivel de estudios y con poco interés en mantenerse informada.
Se le opone Hillary Clinton, candidata de un partido, el demócrata, calificable de progresista sólo en el escenario político estadounidense, liberal en su visión social e intervencionista en política exterior. Tiene chances de ser la primera mujer en llegar a la Casa Blanca, y tiene mucha experiencia en el poder. Fue senadora, y Secretaria de Estado (ministro de exteriores) del presidente Obama, del que se distanció por su visión demasiado agresiva en las regiones calientes del planeta. De ser ganadora, deberá su éxito precisamente a las minorías que espantan a los votantes de su adversario: extranjeros, en especial los latinos, negros y musulmanes. Las minorías gracias a las cuales el país avanza en lo económico y en lo social y que Trump culpa de todos los males.
Será posiblemente una elección reñida. Algunos analistas asignan una ventaja inalcanzable a Clinton. Uno de ellos tuiteó que los Cachorros de Chicago tenían menos posibilidades de ganar la serie mundial de beisbol que Trump de ganar las elecciones. El problema es que la semana pasada los Cachorros de Chicago fueron campeones. Habrá que esperar los resultados oficiales de este martes.