Los caminos de la sabiduría

Los caminos de la sabiduría

Hace diez años, cuando se apagaba la vida de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, nacía la última perla de su prolífica Obra: el Instituto Universitario Sophia. A una década de aquel evento y al calor de la experiencia académica llevada a cabo en su primera sede de Loppiano (Florencia, Italia), va cobrando forma una segunda sede aquí en nuestra región: la Universidad Sophia para América Latina y el Caribe (Sophia-ALC).

Nada nace de la nada. Ya son más de cincuenta los años de presencia del Movimiento de los Focolares en América Latina y el Caribe. Medio siglo en el que no solo se difundió la espiritualidad de la unidad, sino también se fue sentando la base de una cultura nueva nacida de ella. Experiencias educativas, iniciativas en lo político y económico, acciones en el campo de lo social, solo para indicar algunas de las sendas en las que esta cultura de la fraternidad universal fue dejando huella. Unos pasos más recientes fueron las Escuelas de Verano universitarias, las que, a partir de 2013 y en varios países latinoamericanos, avecinaron la certeza de que la producción académica de Sophia podía constituir un aporte a las problemáticas que nos ocupan y preocupan en esta parte del mundo. Como en los cincuenta años precedentes, no se trataba tanto de recibir o estudiar ideas a “paquete cerrado”. El desafío consistía en captar la esencia del mensaje y encarnarlo aquí, dando la coloratura latinoamericana a la experiencia Sophiana precedente.

Conocimiento y sabiduría

Se puede saber poco o mucho. Se puede saber tanto de algo hasta el grado de ser un experto en eso. Si la acumulación de esos saberes la trasladamos a una universidad, por ejemplo, se puede uno convertir en un erudito, en un referente de tal o cual campo del saber. Todo eso es, sin lugar a dudas, altamente meritorio pues estudiar a fondo requiere un esfuerzo sostenido e intenso. Sin embargo, el conocimiento por sí solo no se traslada ni se transforma en sabiduría. Si sophia es la palabra griega que significa sabiduría y si una sede universitaria va a llevar ese nombre, pues lo básico es empezar entendiendo su significado.

Conocimiento y sabiduría no son palabras antagónicas. En una universidad, al menos, el conocimiento está en la base de su razón de ser. Por tanto, la universidad Sophia, sea en su sede de Italia como en esta emergente en América Latina, se esfuerza por alcanzar una excelencia académica a partir de los conocimientos que produce. Pero eso no es todo. En Sophia, además, se busca la sabiduría. ¿Cómo hacerlo?

La sabiduría es un don que el creyente pide a Dios con la convicción y fe del que, a partir de su propio esfuerzo e iniciativa, espera obtener una comprensión mayor que aquella que solo da la acumulación de saberes y experiencias. Quien no tiene una convicción religiosa en particular e incluso prescinde de relacionarse con una dimensión de lo Absoluto, también puede buscar y encontrar la sabiduría. Y lo hace a partir de una introspección fruto de su saber y de su experiencia, que lo porta a nuevas compresiones de aquello que vive, estudia o contempla. La sabiduría se intersecta con los conocimientos adquiridos y tanto en la exploración de su fe o de su propia interioridad, quien la busca la puede encontrar como un todo que es superior a la suma de las partes. Por eso Sophia no es una universidad exclusiva para católicos o cristianos. Por sus aulas ya han pasado y se han graduado musulmanes, budistas, personas de las más variadas convicciones religiosas o directamente sin ninguna de ellas. Quien busca, encuentra, dice el dicho. Por eso la sabiduría no le es esquiva a quien noblemente la persigue.

Hay opciones individuales hacia la sabiduría. Sophia no es una de ellas. El discernimiento comunitario, el esfuerzo colectivo, la experiencia interpersonal es el camino sophiano. Siempre se parte de un empeño personal pues no se puede dar lo que no se tiene. Es entonces que el saber y el vivir singular se abren a una dimensión interactiva. La sabiduría no está solo en los libros o en la palabra del que más sabe. Puede venir del lugar menos esperado y por ende, la experiencia sophiana por excelencia es la de dilatar los sentidos para que esta no pase de largo.

Ecología Integral e Interculturalidad

La sensibilidad de nuestros pueblos latinoamericanos y su capacidad relacional forman un humus extraordinario para la apertura de una sede del Instituto Universitario Sophia para América Latina y el Caribe. El método de estudio y de exigencia vital que está en la base de la propuesta académica es acorde a tales atributos. Es así que la diversidad de culturas, lenguas y tradiciones de nuestros pueblos no puede ser omitida. Por eso la nueva sede de Sophia se presenta como una sola para toda la región, pero con tres “Campus” iniciales: la Mariápolis “El Diamante” en México; la Mariápolis “Ginetta” en Brasil; y la Mariápolis Lía en Argentina. Tres campus, tres Mariápolis, tres sitios donde el contexto ayuda a crear aquellas condiciones propicias para aprovechar al máximo la experiencia de estudio y vida que ha de ofrecerse. 

La interculturalidad, que da herramientas para el diálogo y la mutua comprensión de los pueblos, es uno de los ejes de los estudios que han de proponerse. Lo es también el saber en torno al concepto de Ecología Integral, desarrollado a partir de la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco, sobre el cuidado de la casa común. Ecología que ya no se circunscribe al medioambiente natural circundante, sino que se proyecta a su dimensión cultural, económica, política.

América Latina y el Caribe, como región biodiversamente rica pero atravesada por grandes desigualdades y antagonismos, es el lugar del mundo donde Sophia-ALC quiere ahora asentarse. No ha de ser para reproducir meramente el orden y los saberes establecidos. No ha de conformarse con la contemplación de las cosas tal cual son. La sabiduría no está allí. Sophia-ALC, como proyecto colectivo para nuestra región, es una posibilidad de que esta cultura nueva de cincuenta años genere renovadas condiciones para una transformación positiva e inclusiva de la realidad. Será empeñoso, pero será eso. O será más de lo mismo, que es igual a no ser nada. Gran desafío este de un proyecto que va cobrando forma gracias a un nutrido y heterogéneo grupo de académicos, emprendedores, agentes sociales, jóvenes universitarios de numerosos países de la región. Un proyecto que es una realidad, en tanto que este variopinto grupo ha procurado poner en acto todo lo dicho precedentemente. En ese sentido, ya hay un fruto de Sophia-ALC y no es otra cosa que el mismísimo proceso de su creación ·

*El autor es coordinador del proyecto de apertura de una sede del Instituto Universitario Sophia para América Latina y el Caribe.

APARTADOS

La biblioteca del Campus Mariápolis Lía

Además de los aspectos generales del proyecto Sophia-ALC que involucran programas académicos, sustentabilidad y cuestiones legales, se están dando pasos para adecuar la infraestructura de los tres campus de México, Brasil y Argentina. Un componente que ha cobrado forma en ese contexto es el de puesta en valor y en red de las bibliotecas preexistentes en las Mariápolis. A ellas se han sumado los textos académicos y el soporte virtual, para la adecuación de esos espacios de estudio e investigación a las nuevas necesidades de la futura sede universitaria.

El 23 de noviembre pasado se inauguró la biblioteca del Campus Mariápolis Lía. Se reúnen allí más de 9 mil volúmenes organizados en tres salas temáticas. El espacio cuenta con sala de lectura y de reuniones, como de estudio individual, a la vez que acceso a la biblioteca virtual a partir de una terminal de consulta situada en la sala central. Estas instalaciones son abiertas a la comunidad por lo que los beneficiarios de las bibliotecas de los tres campus no serán solamente los estudiantes de Sophia-ALC sino todos aquellos del entorno a los que le resulte de interés acceder a sus recursos bibliográficos.

Diplomado en 2020
por Patricia Santoianni

En el mes de julio 2020 se iniciará en el campus de la Mariápolis Lía un Diplomado en “Nuevos liderazgos comunitarios: Comunidad social – Sustentabilidad – Fraternidad”.

Dirigida a personas involucradas en ámbitos socioculturales, educativos, políticos, económicos, religiosos y ONG que desean replantear el tipo de liderazgo en sus propios espacios, esta oferta académica contará con las tres características de la propuesta académica de Sophia en América latina y Caribe. Una semana presencial de estudio-reflexión-trabajo del 19 al 25 de julio. En esta instancia presencial será fundamental la constitución de las comunidades de aprendizajes que serán un espacio privilegiado de comunión sapiencial, de compartir saberes y prácticas, de una experiencia de aprender juntos, transformando modos de aprender no solo más individualistas sino también exclusivamente teóricos, y andando nuevos itinerarios en la comprensión del saber. Esta instancia presencial será complementada con los encuentros virtuales semanales. Todo el proceso culminará con la elaboración de un proyecto para aplicar lo ofrecido por el Diplomado en un espacio en el cual se está ya trabajando o piensa involucrarse para mejorar y potenciar la implementación de un liderazgo comunitario. El trayecto completo finalizará en enero 2021.

El diplomado contará con 120 horas (40 presenciales – 66 virtuales – 14 para el desarrollo del proyecto) distribuidas en 6 módulos generales y uno específico que el estudiante escogerá de acuerdo a sus preferencias entre los siguientes: “Aprender en comunidad”, dirigido a docentes y quienes desempeñan alguna labor pedagógica; “Participación y compromiso ciudadano”, para agentes comunitarios, líderes barriales, personas comprometidas en política, etc.; “Sinodalidad y experiencia religiosa”, pensado para catequistas, coordinadores de grupos de distintas expresiones religiosas, agentes pastorales, etcétera.

Artículo publicado en la edición Nº 616 de la revista Ciudad Nueva.

Articulos Recientes
  1. Juan Andrés Ravignani 18 enero, 2020, 14:44

    Después de aprobar mi examen de filosofía en la universidad, tome una tiza, dibuje un cuadrado en el pizarrón; mire a mi profesor atentamente y le dirigí una pregunta-¿sabe lo que es esto? -No, me respondió; agregue: es un corralito que llamaremos método científico. Es un conjunto de sistemas con que los hombres intentamos explorar el infinito, si no contáramos con esta herramienta enloqueceríamos y nos extraviaríamos; sin embargo para que sirva al progreso de la humanidad necesitamos ser iluminados por el don de la sabiduría; de lo contrario los resultados que obtenemos pueden ser monstruosos, destructivos, mediocres o inútiles; es lo que en este artículo se describe como más de lo mismo.
    Es cierto que debe ser buscada pero indefectiblemente necesita del aporte explícito o implícito de una comunión y del reconocimiento de cada particular y cada cultura como un don insustituible.
    América Latina es un corazón que siente, es su mejor definición; el Papa Francisco con su llamado al Sínodo de la Amazonía a puesto en relieve las culturas ancestrales. Su identificación con la madre tierra; una cosmovisión y espiritualidad que pasan de la creación al creador, es totalmente diversa a la mirada racionalista. “Los pueblos indígenas amazónicos evalúan el Sínodo como “el llamado más importante de este siglo” “El documento critica “la cultura del capital, la lógica de la propiedad y la codicia, la enfermedad del consumismo, el excesivo individualismo y la casi total ausencia de espiritualidad”, como elementos que marcan la crisis civilizatoria contemporánea” (fuente Religión Digital). Por esto el establecimiento de la Universidad Sophia para América Latina y el Caribe (Sophia-ALC) puede ser una valiosísima herramienta para la construcción de una NUEVA SOCIALIDAD.

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