
Las condolencias de Margaret Karram, presidenta del Movimiento de los Focolares, por la partida del Santo Padre Francisco.
Con profundo dolor me he enterado del regreso a la casa del Padre de nuestro amado Papa Francisco. Junto a toda la Iglesia lo devolvemos a Dios, llenos de gratitud por el extraordinario ejemplo y don de amor que ha sido para cada persona y pueblo.
Han sido muchos los momentos, a lo largo de su pontificado, en los que el Santo Padre ha sido un pastor cercano y cariñoso también para el Movimiento de los Focolares: siempre nos ha acogido y guiado para testimoniar el Evangelio con valentía y radicalidad.
De los muchos momentos vividos con él, no olvidaremos sus palabras a la Asamblea General del Movimiento de los Focolares, recibida en audiencia en 2021: «Permanezcan siempre a la escucha del grito de abandono de Cristo en la cruz, que manifiesta la más alta medida de amor. La gracia que brota de él es capaz de suscitar en nosotros, débiles y pecadores, respuestas generosas y a veces heroicas; es capaz de transformar el sufrimiento e incluso la tragedia en fuente de luz y de esperanza para la humanidad».
Por último, no puedo dejar de testimoniar también el amor y la preocupación personal del Papa por mí, por los sufrimientos de mi pueblo en Tierra Santa, y su inmensa gratitud por haberme llamado a participar en el Sínodo sobre la Sinodalidad, donde él mismo abrió las puertas de la Iglesia sinodal que ahora está dando sus pasos en todo el mundo.
Junto a todo el Movimiento de los Focolares en el mundo, me uno a la oración de la Iglesia universal y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, seguro de que la Virgen «Salus Populi Romani», de la que era tan devoto, lo acogerá en el cielo con los brazos abiertos.
Margaret Karram
Fuente: focolare.org