La muerte del padre Juan Viroche en Tucumán.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, confirmó que el presbítero Juan Viroche, quien apareció ahorcado tras denunciar el avance del narcotráfico en la provincia, había pedido ser trasladado de su parroquia porque estaba ¨angustiado, deprimido, con miedo y amenazado¨. El prelado precisó que el miércoles 28 de septiembre recibió al sacerdote y al día siguiente ya había firmado la autorización para el traslado, pero dijo que el padre Viroche “se quedó” porque quería finalizar la novena que había empezado.
“Con el padre Viroche he tenido una actitud paternal y un trato absolutamente fraterno”, sostuvo el prelado en declaraciones a la prensa antes de presidir la misa de exequias del sacerdote.
“Me dijo que quería irse de la parroquia porque estaba amenazado, y mi respuesta fue: ‘No te preocupes, andate, yo proveo la parroquia'”, subrayó.
El prelado precisó que el miércoles 28 de septiembre recibió al sacerdote y al día siguiente ya había firmado la autorización para el traslado, pero dijo que el padre Viroche “se quedó” porque quería finalizar la novena que había empezado.
No bajar los brazos ante el narcotráfico
El obispo de Merlo-Moreno y responsable de la Comisión Nacional de la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, monseñor Fernando Maletti, y el arzobispo coadjutor electo de San Juan de Cuyo y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, coincidieron en pedir a las autoridades que no nieguen la realidad del narcotráfico en el país y advirtieron que, tras años de minimizar el problema, demandará mucho tiempo desarraigar a las “mafias” del crimen organizado.
Los prelados hablaron a raíz del caso del sacerdote tucumano Juan Viroche, quien apareció ahorcado en su parroquia luego de denunciar el avance del narcotráfico en la provincia y el accionar de bandas que venden drogas a los jóvenes de los barrios del interior de Tucumán.
Monseñor Maletti destacó al padre Viroche como un sacerdote “comprometido con los más pobres”, “muy trabajador” y comprometido para “sacar” a los jóvenes de las drogas.
“Debemos tomar fuerzas y trabajar en favor de la recuperación de chicos que cayeron en el flagelo de las drogas”, opinó en declaraciones al canal TN, y sostuvo que “no se puede negar la realidad, no es una sensación” ya que “el narcotráfico está instalado en la Argentina”.
El prelado consideró que “hablar de despenalizar la droga es ridículo” y alentó a “no bajar los brazos, tener esperanzas y -como dijo Francisco- pongámonos la patria al hombro”.
En tanto, monseñor Lozano atribuyó el crecimiento de las bandas del narcotráfico a que “durante los últimos años se negó la existencia de este problema” en el país, e insistió en advertir que “llevará mucho tiempo desarraigar a estas mafias del crimen organizado”.
“Las autoridades conocían las advertencias sobre el avance del narcotráfico en Tucumán, porque las denuncias del padre Juan Viroche eran puntuales y las hacía a cielo abierto”, afirmó, y agregó: “Es muy probable que Viroche haya percibido maniobras persecutorias contra su persona o de querer quitarle la vida, por eso dijo sentirse amenazado”.
Fuente: AICA