Es por efecto de la minería ilegal que usa la sustancia para extraer el oro.
La minería ilegal está provocando una grave contaminación en la región amazónica de Perú. El Gobierno tuvo que declarar este lunes el estado de emergencia en 11 distritos de la región amazónica Madre de Dios, en el sur del país donde en la población, en los ríos y en la fauna se registran los efectos de la contaminación del mercurio utilizado para extraer oro.
Un decreto firmado por el presidente Ollanta Humala dispuso la emergencia por 60 días en la zona para realizar acciones dirigidas a reducir los efectos y los perjuicios causados por la actividad de la minería ilegal.
Madre de Dios, en la frontera con Brasil y Bolivia, produce alrededor de un 20 por ciento del oro que se extrae en el país, la mayoría de forma ilegal en bosques y cauces de los ríos de la zona. Los mineros ilegales utilizan dragas para extraer con una pala gigantesca tierra mineralizada del río y la procesan con mercurio para obtener oro. Tras las faenas, la tierra con mercurio vuelve al agua o se queda en los bosques. Perú es el séptimo productor mundial de oro y la actividad minera representa casi el 60 por ciento de sus exportaciones. Sin embargo, desde hace tiempo, el problema de la minería ilegal se ha instalado en la actualidad del país, con motivo de los efectos de la contaminación que producen estos establecimientos abusivos.
El ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal denunció que “el nivel de mercurio está por encima de los estándares de calidad ambiental”, aunque no dio datos precisos al respecto, destacó que se trata de niveles “altísimos”. El secretario de Estado hizo mención de un estudio del proyecto Carnegie, de la Universidad de Stanford, que detectó cantidades de mercurio excesivas en análisis realizados a operadores mineros, en comunidades cercanas y en la capital de Madre de Dios.
Las autoridades han dispuesto la instalación de hospitales de campaña y un centro de monitorización biotecnológica para determinar los niveles de presencia de mercurio en los peces de los ríos amazónicos, entre otros. Además, se atenderán especialmente las comunidades indígenas y rurales, que son las más contaminadas.
