La Selección se prepara para el debut en la Copa América del Centenario envuelta en un presente desalentador.
Argentina llegó a Estados Unidos con el ferviente deseo de llegar a una final que le permita desquitarse de la perdida el año pasado frente a Chile, en Santiago. Cualquier selección del mundo daría lo que fuera por ser protagonista, dos años seguidos, de una definición en un Mundial y en un certamen continental como la Copa América. Sin embargo, el mote de “perdedores” crece para una generación de futbolistas que arrastra el pesado lastre de 23 años sin conquistas.
No obstante, y a pesar de ser siempre candidato al título, el Seleccionado Nacional convive en un clima que lejos está de ser el ideal. En Argentina, los dirigentes de la AFA se pelean para ver quién será el nuevo mandamás, mientras la Inspección General de Justicia suspendió las elecciones previstas para el 30 de junio y la posibilidad de una intervención estatal sobrevuela constantemente la calle Viamonte. A su vez, una Comisión integrada por representantes del Estado, el Poder Legislativo, la Conmebol y la FIFA buscan encausar el destino de una institución que vive una de sus peores crisis en sus más de 100 años de historia.
A esto se le suma el deseo de una Súper Liga propuesta por los equipos grandes de la Argentina, intentando imitar a la Liga Española con el fin de acrecentar los ingresos por un producto devaluado.
Y como si esto fuera poco, su principal estrella y mejor jugador del mundo, Lionel Messi, sufre los dolores en su espalda tras el golpe recibido en el último amistoso frente a Honduras, pero más le duele el proceso judicial que debe afrontar en España por presunto fraude al fisco. “Confiaba en mi papá, jamás se me ocurrió que me fuera a engañar”, declaró hoy ante el juez en Barcelona, antes de tomar el vuelo hacia Estados Unidos para sumarse a la concentración del equipo. ¿Dónde estará la cabeza del crack rosarino en las vísperas de un certamen de estas características? ¿Será culpable o la principal responsabilidad deberán asumirla quienes le manejan los negocios? ¿Cómo no entender si Messi tiene un mal torneo? ¿Quién lo salvará de un nuevo juicio popular si esto ocurre?
Argentina quiere saldar una deuda con su historia y volver a gritar campeón. Pero sabe que no está en el mejor escenario. Superar tantas adversidades externas casi que será más complejo que vencer a cada uno de los posibles seis rivales que pueda encontrarse en el camino para lograr el objetivo.