Los dos países han aprobado un protocolo para deportar a su país de origen los migrantes ilegales. El 70 por ciento son cubanos.
Colombia y Ecuador están coordinando esfuerzos para evitar el tráfico de personas hacia los Estados Unidos. Este martes, los dos Gobiernos han firmado un protocolo de deportación por el que “ambos países vamos a recibir unas personas que estén de manera ilegal en el otro país con una serie de condiciones”, según detalló la canciller colombiana, Ángela Holguín, quien recibió en Bogotá a su par ecuatoriano, Guillaume Long.
En un comunicado difundido por el ministerio de Exteriores de Colombia, se informa que los dos países “se comprometen a recibir a los ciudadanos de terceros países deportados que tengan registro de ingreso al país al cual serán entregados (…) y un documento de viaje o identificación válidos”. Asimismo, se les exigirá un boleto de regreso a su país de origen.
El protocolo ha sido firmado en un momento en que en la región se ha incrementado el número de migrantes cubanos. Por este motivo, Panamá anunció el refuerzo de sus controles fronterizos precisamente debido al elevado flujo de emigrantes cubanos. En efecto, la titular de la cancillería colombiana, confirmó que los cubanos representan aproximadamente el 70 por ciento de la migración ilegal que pasa por su país y explicó que la reciente medida de Ecuador de exigir visa a los ciudadanos del país caribeño ayuda mucho a reducir el flujo.
Según la ministra, la mayoría de los cubanos se trasladan a Ecuador en avión, para sucesivamente ingresar ilegalmente a Colombia desde donde intentan pasar a los distintos países de Centroamérica, hasta llegar siempre en modo ilegal a los Estados Unidos.
Estas situaciones, crean las condiciones para que haya grupos dedicados a la trata de personas y que participan y organizan el traslado de los migrantes ilegales aprovechando de su necesidad y de su vulnerabilidad.
Por su parte, el canciller ecuatoriano, acusó a Washington de tener una política migratoria que fomenta la migración de cubanos hacia ese país. Según la argumentación de Long, hay dos leyes norteamericanas, una de los años ‘60 y otra de los ‘90, “conocida como pie seco, pie mojado, que hace que si un ciudadano cubano pisa suelo norteamericano de forma muy ágil y muy veloz, se vuelve ciudadano de ese país y con residencia”. Esta normativa, a su juicio, incentiva la migración y hace que sea difícil frenarla.
Por su parte, el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, anunció el lunes su decisión de cerrar la frontera con Colombia para evitar el paso de migrantes irregulares, que cruzan Centroamérica con el objetivo de llegar a Estados Unidos. Se cuentan por miles los migrantes, sobre todo cubanos, que sin permiso permanecen en territorio panameño, hospedándose momentáneamente hoteles y albergues, proviniendo de Ecuador y Colombia, a la espera de poder continuar su viaje hacia los Estados Unidos. Muy a menudo, eso acontece luego de que las autoridades de Costa Rica y Nicaragua les hayan impedido el ingreso a sus territorios.
Las autoridades migratorias colombianas, señalaron que en los primeros tres meses de este año, casi 3.200 migrantes ilegales fueron arrestados a su paso por Colombia, casi el triple de los que fueron interceptados en el primer trimestre de 2015.