Además del propio presidente venezolano, Nicolás Maduro, también Ecuador, Nicaragua y El Salvador rechazaron el llamado al Consejo Permanente que hizo la OEA.
Son muy variadas las reacciones a la decisión del Secretario General de la OEA de activar la Carta Democrática para Venezuela y convocar su Consejo Permanente, en consideración de la crisis que vive el país, en el plano político e institucional, además de social y económica.
Ayer el presidente Nicolás Maduro rechazó tajantemente y con duras expresiones la iniciativa del Secretario General, Luis Almagro. Incluso manifestó querer proceder contra el Legislativo venezolano quien solicitó la aplicación de la medida.
Si bien no se manifestaron expresamente sobre la convocatoria del Consejo Permanente, los cancilleres de Argentina, Colombia, Chile y Uruguay manifestaron su satisfacción por las gestiones realizadas por los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martin Torrijos de Panamá ante la situación de Venezuela. “En estos momentos de profunda preocupación por la democracia y los derechos humanos y por el futuro político, económico y social en Venezuela, manifestamos nuestro apoyo a este esfuerzo de entendimiento y diálogo y a los procedimientos constitucionales tal como el relativo al referéndum revocatorio”, expresan los ministros de los cuatro países, aludiendo al referéndum promovido por el Poder Legislativo venezolano para revocar el mandato del presidente Maduro, que está siendo frenado por las autoridades electorales.
Fuentes internas de la cancillería uruguaya manifestaron que la puesta en marcha del referéndum revocatorio del mandato de Maduro es una pieza clave para avanzar en la crisis venezolano, mientras que no parecería oportuno recurrir a la Carta Democrática.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, en cambio cuestionó la convocatoria del Consejo Permanente, con el argumento de que la máxima autoridad de la OEA es la Asamblea. Correa manifestó que su país apoya el proceso de diálogo que se impulsa desde la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR). “Consideramos que el gravísimo problema venezolano se solucionará con el diálogo que se está realizando con tres ex presidentes que están sirviendo de mediadores: Carlos Torrijos, Manuel Fernández y José Rodríguez Zapatero y con el apoyo de Unasur”, expresó Correa.
También el Gobierno de El Salvador criticó que se quiera recurrir a la Carta Democrática. “Esa medida preocupa al gobierno salvadoreño”, manifestó el vice presidente Óscar Ortiz, quien sostuvo que su país apoya el proceso de diálogo comenzado por los ex presidentes y la UNASUR. Ortiz destacó que como gobierno siempre han dicho que hay que ser “respetuosos de los procesos internos de cada país y de cada ejercicio democrático” y que se deben “cuidar” esos procesos. A esas críticas se unió la embajadora de Nicaragua ante la ONU, María Rubiales, quien calificó la iniciativa de activar la Carta Democrática como “injerencista” en la situación interna de Venezuela.
Finalmente, el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, manifestó que su país apoya el proceso iniciado por el Secretario General de la OEA.
