Civilización y barbarie

Civilización y barbarie

No aludimos al Facundo que Sarmiento publicara en 1845, sino a la mezcla fatal de situaciones que produce la guerra en pleno siglo XXI, con las caras contrapuestas de esa moneda llamada actualidad, que circula en Ucrania. 

Como para muestra, basta un botón, nos centraremos en Odesa, magnífica ciudad portuaria a orillas del mar Negro, en el sur de Ucrania. Una joya urbana, célebre por las playas y la arquitectura decimonónica, que lucen sus teatros. O la monumental escalinata, inmortalizada en “El acorazado Potemkin”.

Aquella escalera, famosa por la escena icónica del film de Eisenstein, culmina en el monumento a Richeliu, que ha debido modificar su aspecto, para ser preservado. El duque se ha rodeado de numerosos sacos de arena, en un intento por preservar la identidad cultural frente a las fuerzas invasoras.

El monumento al duque Richelieu, ve el flujo de los habitantes de Odessa, y contempla em Mar Negro, frente al cual se situa. Este sector de Odessa fue el elegido por Sergei Eisenstein, para reconstruir la masacre que tuvo lugar allí en 1905. Ahora ya no será el cineasta, sino que la propia realidad pone en vilo a toda la ciudad portuaria, una presa apreciada por los rusos para controlar el sur ucraniano.

No está solo en su temor Richelieu, la amenaza se extiende a salas como el Gran Teatro de Ópera y Ballet, el Museo de Arte Occidental y Oriental, el Museo de Bellas Artes.

La realidad supera a la ficción, y la destrucción amenaza por aquellos lares.
¿Qué “pensará” el duque?

Fuente:

https://tinyurl.com/220314Odessa

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