Anuncio y condiciones

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La lectura del jueves 18 de febrero es Lc (9, 22 – 25)

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día”.

Luego, dirigiéndose a la multitud, les dijo: “Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga

Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?’

El buen Lucas a lo largo de su Evangelio es un historiador cuidadoso al consultar las fuentes y exponer los hechos. Sin dejar de proclamar la fe, intenta hacer una obra de historiador.

En este pasaje se destaca el primer anuncio de la pasión y resurrección, como así también las condiciones para ser discípulo. Al respecto hay que asumir como propio el proyecto del Señor, sin acomodar la realidad a los intereses propios. Un vero despojo. Una opción radical. 

La imagen elegida es esta pintura intitulada “Cristo con la corona de espinas”, una obra de Fray Angélico, un dominico que vivió en el siglo XV. Empezó ilustrando misales, y obras sacras, para luego ingresar a un convento dominico. En octubre de 1982 fue beatificado por Juan Pablo II.  Angelico fue uno de los mejores pintores del siglo XV en la Italia del Renacimiento. Todos sus cuadros y frescos encarnan una serenidad contemplativa que le es propia. Este cuadro también tiene esa cualidad profundamente cautivadora, y a la vez inquietante. El motivo no es simpático, como así tampoco lo es el versículo 22: “el Hijo del Hombre está destinado a sufrir gravemente”. Gran parte de los artistas representarían el sufrimiento de Jesús mostrando escenas del Vía Crucis, o la propia Crucifixión, pero Angelico consigue transmitir el inmenso amor y dolor que asumió Jesús por la humanidad toda.

Muchas veces las grandes obras de arte: nos acercan y nos confrontan con la dura realidad.

Algo propio de la Cuaresma que estamos empezando a transitar, un tiempo intenso de reflexión y esperanza, para renacer. La fe, y esta compleja realidad, nos hacen una invitación por partida doble.

Fuente: https://www.christian.art/en/daily-gospel-reading/707

Schokel LA, “La Biblia de Nuestro Pueblo”, Ediciones Mensajero, Bilbao (2008), p 186

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