¡Altos basquetbolistas!

¡Altos basquetbolistas!

Nos referimos a la envergadura del equipo albiceleste olímpico de 2004. Los mismos que escribieron la historia dando vuelta todos los pronósticos al conquistar la medalla de oro el sábado 28 de agosto de 2004 en los Juegos Olímpicos de Atenas.

Su obtención es uno de los éxitos deportivos más importantes de la historia del deporte en Argentina. Ese mismo sábado, horas antes, la selección de fútbol masculino había obtenido la medalla de oro. Vale decir en cuestión de horas “llovieron dos”, luego de un paréntesis de 52 años sin doradas…

El despojo a los estadounidenses

Las competiciones olímpicas de básquet han sido dominadas con amplitud por los Estados Unidos, ya que antes de los Juegos de Atenas se había impuesto en doce de las catorce ediciones disputadas. Sólo la URSS los había desplazado en dos oportunidades en básquet (1972 y 1988). ​ Argentina, llegaba a los juegos con escasas participaciones, con actuaciones “discretas” en 1948 (15º), 1952 (4º) y 1996 (9º).​ Pese a ello el equipo argentino llegaba como uno de los varios candidatos a obtener una medalla, teniendo en cuenta su excelente desempeño en el Campeonato Mundial de 2002, donde había sido subcampeón, perdiendo en tiempo extra con Yugoslavia, luego de una polémica jugada final.

El seleccionado argentino de básquetbol estuvo integrado por Carlos Delfino, Gabriel Fernández, Emanuel Ginóbili, Leonardo Gutierrez, Walter Herrmann, Alejandro Montecchia, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto, Juan Ignacio Sánchez, Luis Scola, Hugo Sconochini y Rubén Wolkowyski. El entrenador fue Rubén Magnano.

Serie clasificatoria

Argentina integró el denominado “grupo de la muerte” junto a Serbia y Montenegro, España, Italia, China y Nueva Zelanda, donde había no uno, sino cuatro equipos candidatos a llevarse la medalla (Serbia y Montenegro, España, Italia y Argentina).​

El primer partido se jugó el 15 de agosto y Argentina debía enfrentar nuevamente al favorito para quedar líder de grupo, Serbia y Montenegro, reeditando la final del campeonato mundial 2002. Argentina ganó agónicamente 83-82, con un recordado doble de Emanuel “Manu” Ginóbili cayéndose, en el segundo final. Jugada que le valió al jugador argentino la consideración de “atleta de la jornada”, en la página oficial de aquellos Juegos.

La segunda fecha del grupo A se disputó el 17 de agosto. Argentina enfrentó a España, con la que perdió 87-76. Los ibéricos mostraron un amplio dominio en el primer cuarto, donde terminaron con 11 puntos de ventaja (12-23). Sin embargo, los argentinos se recuperaron en el segundo cuarto, revirtiendo la diferencia y llegando al medio tiempo con una ventaja de 7 puntos (38-31). El tercer cuarto fue parejo, aunque los argentinos lograron estirar su ventaja a 9 puntos (58-49), pero antes de terminar el mismo fueron los españoles los que descontaron la diferencia, para cerrar a 2 puntos (60-58). En el último cuarto España se destacó en la defensa y logró evitar que los americanos convirtieran canastas, alcanzando un parcial de 15-0, para lograr un triunfo amplio.

El 19 de agosto se jugó la tercera fecha, jugando Argentina contra China, que en las estimaciones previas era el equipo más débil del grupo, aunque finalmente terminó clasificando en cuarto lugar. Argentina superó a China con amplitud (82-57), imponiendo una defensa férrea que anuló a la figura china, Yao Ming, y llegó a marcar un parcial de 25-2 en el segundo cuarto. En la segunda mitad los argentinos pusieron a los suplentes y mantuvieron la diferencia.

El 21 de agosto Argentina disputó contra Nueva Zelanda la cuarta fecha, garantizando la clasificación al vencer 98-94. El equipo de Oceanía había salido cuarto en el último campeonato mundial y había sorprendido venciendo al favorito, Serbia y Montenegro. Fue un partido muy duro y parejo, en el que Nueva Zelanda convirtió casi la mitad de los triples intentados (14/30). El primer cuarto fue para los neozelandeses (23-25), pero Argentina se recuperó en el segundo (47-42) y mantuvo la diferencia de 5 puntos en el tercero (76-71). El último cuarto se mantuvo con la misma tónica hasta el final, con Nueva Zelanda siempre amenazando pero sin poder pasar al frente. El resultado final fue 98-94 y garantizó la clasificación argentina.

El 23 de agosto Argentina cerró su actuación en la serie clasificatoria enfrentando a Italia, perdiendo 75-76. Los argentinos fueron superiores en los primeros minutos tomando una ventaja de 10 puntos, pero los italianos se recuperaron y el segundo cuarto terminó con Argentina arriba por un solo punto (36-35). La segunda mitad mostró un encuentro cerrado, en el que ambos equipos llegaron a los minutos finales alternándose al frente del marcador. Tres segundos antes del final Italia obtuvo dos tiros libres y se puso al frente 75-76. Argentina tuvo la última jugada pero falló en el tiro, para terminar perdiendo por uno y clasificar en tercer lugar, precedida por España e Italia y seguida por China.​

Cuartos de final

El 26 de agosto, Argentina debió jugar en cuartos de final contra Grecia, el combinado local, que se había clasificado en segundo lugar en el grupo B, luego de vencer contundentemente a Puerto Rico.​ Luego de un primer cuarto parejo, Argentina se vio superada por Grecia en el segundo cuarto, llegando a recibir un marcador parcial en contra de 0-14, para terminar al llegar al medio tiempo abajo por seis, con una placa de 29-35.​

Argentina inició el tercer cuarto jugando muy mal, permitiéndole a Grecia tomar una ventaja de once puntos (34-45) y daba la sensación de no tener recursos para evitar una fácil victoria del local. Promediando el cuarto, Andrés Nocioni cometió su tercera falta y fue reemplazado por Walter Herrmann, causando un cambio radical del partido, impulsando la recuperación de Argentina. En sentido contrario, Grecia buscó definir el partido mediante triples, pero fracasó en su estrategia al convertir solo 6 de 30 intentos. De ese modo, el tercer cuarto terminó con un empate en 53 puntos.

El último cuarto tuvo una alta emotividad. Con sólidas defensas en ambos lados, Argentina se puso al frente pero no logró sacar una luz que le permitiera regular el encuentro. A poco del final Grecia -apoyado por el fervor de su público- se puso a uno, pero Luis Scola se destacó entonces en ambos tableros para garantizar la ventaja que terminó siendo de cinco puntos (69-64).

En los restantes tres encuentros Estados Unidos le ganó a España (102-94), Lituania a China (95-75) e Italia a Puerto Rico (83-70).

Semifinal

En la semifinal Argentina debía enfrentar al favorito, Estados Unidos. Es cierto que en la etapa clasificatoria, el Dream Team había perdido con Puerto Rico y Lituania, pero en cuartos de final venció con amplitud a España, que hasta ese momento había ganado todos sus encuentros y aparecía como el mejor equipo del torneo. Argentina por su parte, había sido el primer equipo en ganarle al Dream Team en el Campeonato Mundial de 2002.

El partido se jugó el 27 de agosto y -contra los pronósticos- Argentina ganó 89-81, manteniendo superioridad de principio a fin, con un extraordinario desempeño de Emanuel Ginóbili quien anotó 29 puntos.

El primer cuarto fue equilibrado, destacándose Ginóbili por Argentina con 10 puntos y su compañero en San Antonio Spurs Tim Duncan por Estados Unidos, con 8 puntos. En el segundo cuarto Argentina aprovechó la salida de Duncan por cargarse dos faltas, para llegar al medio tiempo con una ventaja de nueve (42-33).​

En el tercer cuarto, con Duncan de vuelta en la cancha y los norteamericanos dispuestos a imponer su prestigio, deslumbró la actuación de Ginóbili haciéndose cargo técnica y emocionalmente del partido, sumando 15 puntos en ese cuarto. En su intento de reacción, el equipo estadounidense llegó a lograr un 12-2 que lo puso a 6 puntos de su rival (60-54), pero estos resistieron la embestida y respondieron con dos triples sucesivos de Alejandro Montecchia y Rubén Wolkowyski y una jugada de cuatro puntos de Ginóbili para terminar el período 70-57.

En el último cuarto, y cuando aún restaban 5 minutos, Estados Unidos perdió a su torre, Duncan, por llegar a las cinco faltas. En ese momento el juego pareció decidido y los norteamericanos no lograron en ningún momento amenazar la histórica victoria argentina.​

 Al día siguiente, el popular periódico estadounidense USA Today escribía: Los Estados Unidos no tienen más el invencible poderío en baloncesto que una vez tuvieron. Los mejores jugadores del mundo podrán estar en la NBA, pero el mejor equipo, hoy por hoy, es Argentina.

Final

La final se jugó el 28 de agosto entre Argentina e Italia, que también había sorprendido venciendo a uno de los favoritos, Lituania, el campeón europeo. Los argentinos superaron a los italianos con amplitud, alcanzando un marcador de 84-69.​

Ese mismo día apareció publicado en La Nación un artículo escrito por Manu Ginóbili titulado “Estamos ante una oportunidad única”, expresando sus emociones y pensamientos en la noche anterior al partido. Decía Manu: “Son las dos de la mañana en Grecia, estoy tratando de que baje todo y esperando relajarme para que venga el sueño… De más está decir que estoy muy feliz y con ganas de estar más feliz mañana -por hoy-, porque tenemos una oportunidad que no sé si se nos dará otra vez en la vida. No me importa jugar bien o hacer 29 puntos como contra Estados Unidos: me conformo con hacer 4 y que ganemos. Es muy grande lo que hay en juego como para pensar en eso.”

En el primer cuarto Argentina controló el juego apoyado en las anotaciones de Scola y Ginóbili y la base de Juan Ignacio Sánchez para terminar el período arriba por siete (23-16). El segundo cuarto fue mucho más parejo, y los italianos aprovecharon las salidas de las figuras argentinas para reducir diferencias y llegar al descanso apenas un doble abajo (43-41).

El tercer cuarto mostró lo mejor de Italia que empató el partido en el inicio y pasó luego al frente con tres triples consecutivos (51-54). En ese momento, para la Argentina resultó decisivo el rendimiento de Scola quien anotó nueve puntos seguidos, permitiéndole recuperar la ventaja y terminar el cuarto con seis puntos arriba (60-54).​

El comienzo del último cuarto nuevamente mostró la ofensiva de Italia, que llegó a ponerse un doble abajo (61-59), aprovechando las fallas argentinas para tratar de definir el partido con triples. Sin embargo, una vez más reaccionaron los argentinos, con dos triples de Montecchia e importantes dobles de Scola y Wolkowysky para establecer una ventaja decisiva de trece puntos (73-60). De allí al final, Argentina jugó con el reloj para obtener una victoria por 84-69 que le dio la medalla de oro.

Legado

Los medios especializados coincidieron en señalar que el logro de Argentina se debió tanto al alto nivel alcanzado por varios jugadores de jerarquía mundial, como a un sentido de equipo, compañerismo y sacrificio que potenció aquella cualidad. Damos fe que así fue, y celebramos todo el aporte del básquet al deporte y a la sociedad argentina, porque es el deporte donde se desarrolla la estrategia, la velocidad, los reflejos y no sólo los músculos, sino la velocidad de pensamiento. Las ciudades que privilegian y cultivan este deporte logran mejores sociedades, con una responsabilidad más colectiva. 

Seguimos evocando este logro, porque amén de deportivo, es una invitación a soñar y hacer realidad nuestros deseos. 

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Argentina_en_los_Juegos_Ol%C3%ADmpicos_de_Atenas_2004#:~:text=El%2028%20de%20agosto%20el,historia%20del%20deporte%20en%20Argentina.

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