Cada cinco días es asesinado un defensor de los derechos humanos en el país y cada día dos son agredidos o amenazados.
La ONG colombiana que trabaja en el área de los derechos humanos, “Somos defensores”, presenta un preocupante panorama de violencia contra activistas de la sociedad civil. Y lo hace a través de un documento basado en el Sistema de información sobre agresiones contra Defensores de Derechos Humanos (SIADDHH).
Entre enero y junio de este año se señalan 314 agresiones individuales contra defensores, de las cuales 232 constituyeron amenazas, 35 asesinatos, 21 atentados, 13 detenciones arbitrarias, nueve casos de uso arbitrario del sistema penal, tres de robos de información y un desaparecido. Aunque el informe destaca que las cifras de amenazas y de atentados bajaron en un 41 por ciento, hubo un homicidio más, en total 35, respecto del mismo período de 2015.
La mayoría de las víctimas fueron hombres y las regiones en donde se evidenció que los activistas son más vulnerables son Cauca y Antioquia, que registran el mayor número de defensores asesinados con 7 líderes cada uno. Según el informe, del total de homicidios, en al menos seis casos se había advertido sobre el peligro que corría el activista.
De acuerdo con los datos del SIADDHH, en promedio, entre enero y junio del 2016, cada día fueron agredidos 2 defensores y cada cinco días fue asesinado uno de ellos. El documento revela que en el 68 por ciento de los casos señalaron a los presuntos responsables de las intimidaciones a grupos paramilitares, el 22 por ciento se atribuye a desconocidos y el 10 por ciento a las propias fuerzas policiales y militares, mientras que las guerrillas de las FARC y el ELN aparecen con presunta culpabilidad en dos casos. El documento destaca que todos los presuntos responsables disminuyeron en sus porcentajes de participación, excepto las fuerzas de seguridad del Estado, que pasaron del 5 por ciento en el 2015 al 10 por ciento este año.
Según el análisis de Somos Defensores, “durante el primer semestre del año se ha hecho cada vez más común la proliferación de mensajes de odio y rechazo a los acuerdos de paz y otros avances a favor de las víctimas”, de los cuales los defensores son encendidos activistas. “Es muy posible que esta campaña de estigmatización continúe y sean los defensores el blanco perfecto de acciones de desprestigio y persecución”, añade el texto. La ONG advierte que los activistas con mayor número de agresiones siguen siendo los defensores indígenas seguidos de los comunales, campesinos, comunitarios y ambientalistas.
