Jorge Luis Borges nació en Buenos Aires el jueves 24 de agosto de 1899 y falleció en Ginebra el sábado 14 de junio de 1986. Fue un destacado escritor de cuentos, poemas y ensayos. Es considerado una figura clave de la literatura universal.
Sus dos libros más conocidos, Ficciones y El Aleph, fueron publicados en los años cuarenta. Son recopilaciones de cuentos conectados por temas comunes de forma fantástica; como los sueños, los laberintos, las bibliotecas, los espejos, los autores ficticios y las mitologías europeas, con argumentos que exploran temas vinculados con la memoria, la eternidad, y la metaficción. Su obra contribuyó al desarrollo del realismo mágico en la literatura hispanoamericana.
Tras pasar su infancia en Buenos Aires se mudó a Suiza con su familia en 1914, donde estudió en el Collège de Genève, regresando a la Argentina en 1921. Borges empezó a publicar sus poemas y ensayos en revistas literarias ultraístas mientras trabajaba como bibliotecario, profesor y conferencista. En 1955 fue nombrado director de la Biblioteca Nacional de la República Argentina y profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires. Por aquel entonces, ya veía poco y nada, quizá esta ceguera lo haya impulsado a crear símbolos literarios innovadores, producto de no limitarse a ver sólo a través de los ojos.
Borges heredó una gran biblioteca de su abuela inglesa y su padre, llena de autores, principalmente europeos, y una gran variedad de obras. Los temas eran muy variados y no se limitaban solo a la literatura: astrología, matemática, religión, filosofía y toda clase de ciencias convertían a Borges en un ávido lector.
Algunos de sus ejemplares más consultados fueron la Enciclopedia Británica, traducciones de la Divina Comedia, sagas de literatura irlandesa y algunas obras orientales como “Los cuentos de Ise”. La variedad de estilos y culturas era algo que lo seducía para indagar en su propia creación como escritor.
Entre sus escritores extranjeros favoritos se encontraban: William Faulkner, Virginia Woolf, Ray Bradbury, E. M. Forster, André Berton, Kafka, Lovecraft, C.S. Lewis.
Y en cuanto a sus preferidos coterráneos, los que más leía eran: Adolfo Bioy Casares, Juan Rodolfo Wilkock, José Bianco, Silvina Ocampo, Julio Cortázar, Ernesto Sábato.
En 1961 llegó a la fama internacional al obtener el primer Premio Formentor, que recibió junto a Samuel Beckett. En 1971 ganó el Premio Jerusalén; su reputación internacional se consolidó entre estos años, ayudado por la disponibilidad de las traducciones al inglés de su obra. Borges dedicó su último libro, Los conjurados, a la ciudad de Ginebra, donde moriría.
El escritor y ensayista J. M. Coetzee dijo en su libro sobre Borges que: «Él, más que nadie, renovó el lenguaje de la ficción, abriendo así el camino a una generación de novelistas hispanoamericanos».