La lucha de los guaraníes contra los agronegocios y el poder de los terratenientes.
A pocas horas del comienzo de los Juegos Olímpicos de Río 2016, indígenas guaraníes de Brasil han dirigido una contundente declaración a los violentos terratenientes agroganaderos que destruyen sus tierras y los someten a una violencia genocida y al racismo.
Esto se produce a raíz de una reciente oleada de violencia y expulsiones, y de la muerte de un bebé de siete meses en la comunidad guaraní Apy Ka’y en julio.
La organización de los guaraní-kaiowás Aty Guasu ha manifestado: “A pesar de que ustedes son asesinos y siguen atacando nuestra tekoha [tierra ancestral], no daremos ni un paso atrás en la lucha por nuestras tierras que fueron robadas y cada uno de los nuestros que caiga muerto por ustedes será un motivo más para que nuestra lucha se fortalezca. Por cada disparo, daremos un nuevo paso; por cada tumba, reocuparemos nueva tierra. Se lo garantizamos”.
Muchos indígenas guaraníes se han visto forzados a vivir en los lados de carreteras y son atacados por pistoleros o expulsados a la fuerza si intentan recuperar su tierra ancestral. En julio, familias guaraníes fueron expulsadas de su tierra ancestral por casi un centenar de agentes de policía altamente armados. Un bebé murió posteriormente por malnutrición y exposición al frío, ya que las viviendas de los guaraníes fueron demolidas con excavadoras y la comunidad se vio obligada a volver a campamentos provisionales erigidos al borde de la carretera.
A lo largo de este año otras comunidades guaraníes también han sido atacadas por los pistoleros de los terratenientes. En un ataque a la comunidad de Tey’i Jusu un joven guaraní fue asesinado y varios más, entre ellos un niño de doce años, tuvieron que ser hospitalizados.
En las últimas décadas la mayor parte del territorio de los guaraníes ha sido usurpado por el destructivo agronegocio, y ellos viven en los lados de carreteras y en reservas superpobladas. Niños guaraníes pasan hambre y muchos de sus líderes han sido asesinados. Cientos de hombres, mujeres y niños guaraníes se han quitado la vida, y el grupo guaraní-kaiowá registra la mayor tasa de suicidios del mundo.
En un vídeo grabado con equipamiento proporcionado por el proyecto de Survival Voz indígena, el líder guaraní Eliseu Guarani declara: “Este año serán los Juegos Olímpicos aquí en Brasil. El Gobierno (…) está intentando ocultar la situación de los indígenas (…) Nosotros los guaraníes estamos siendo atacados, nuestros líderes están siendo asesinados (…) y no tenemos la demarcación. ¡Pero esos Juegos Olímpicos no mostrarán nada de eso! El mundo entero asistirá a los Juegos Olímpicos y todos los aplaudirán, al mismo tiempo estarán aplaudiendo también nuestro sufrimiento (…) Los guaraní-kaiowás estamos muriendo y pedimos ayuda”.
En abril, Survival International lanzó su campaña “Stop al genocidio en Brasil”, en vísperas de los Juegos Olímpicos de Río 2016, para llamar la atención sobre la situación que afrontan pueblos indígenas como los guaraníes. Les arrebatan sus tierras, recursos y mano de obra en nombre del “progreso” y de la “civilización”.
El 31 de julio simpatizantes de Survival se manifestaron ante la embajada de Brasil en Londres. La campaña pide que el Gobierno brasileño cumpla la ley protegiendo a los guaraníes, demarcando sus tierras, persiguiendo a los asesinos y proporcionando alimentos a las comunidades que pasan hambre hasta que les devuelvan sus tierras ancestrales. También pone el foco en los pueblos indígenas aislados, los más vulnerables del planeta, y en la PEC 215, una propuesta para cambiar la legislación brasileña que socavaría los derechos sobre las tierras indígenas y que daría pie a la fragmentación y explotación de territorios indígenas existentes.
El director de Survival International, Stephen Corry, declaró: “Una crisis humanitaria urgente y terrible se está desarrollando en Brasil, mientras se desvía la atención de los medios de comunicación a los Juegos Olímpicos. La situación de los guaraníes no es una excepción, sino la continuación de un proceso secular de robo de tierras, violencia genocida, esclavitud y racismo. Muchos indígenas están muriendo y siendo asesinados; por todo el país pueblos indígenas están siendo aniquilados. Es complicado exagerar la gravedad de esta crisis, que solo concluirá cuando los pueblos indígenas sean respetados como sociedades contemporáneas y sus derechos humanos protegidos. Brasil tiene que actuar ya, antes de que más tribus sean destruidas.”
Fuente: Survival.es