Lo hará con una orden ejecutiva, pues la norma constitucional que concede la ciudadanía debe interpretarse como dirigida a los ciudadanos permanentes.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sigue en su política de identificar y culpabilizar a los extranjeros en el país, por ello planea acabar con una orden ejecutiva con el derecho a adquirir la nacionalidad estadounidense a aquellos nacidos en el país de padres extranjeros. Trump ha anunciado esta última medida en su combate contra la inmigración ilegal en una entrevista con la web de noticias Axios, que ha adelantado algunos extractos y la publicará este martes en su integridad. El anuncio se realiza a una semana de las elecciones de medio término, en las que el republicano maniobra para movilizar a sus bases y seguir controlando con una mayoría de su partido el Congreso, evitando el pronosticado auge de los demócratas. De hecho, estos anuncios son los que precisamente quieren oír sus votantes que, mayoritariamente, comparten el enfoque xenófobo del presidente.
La Constitución estadounidense reconoce desde hace 150 años el derecho a la ciudadanía a los nacidos en suelo estadounidense de padres no nacionales. Trump había formulado la intención de acabar con ese derecho – del que paradojalmente se benefició su familia de inmigrantes -. La medida chocaría con el enunciado de la 14º enmienda y sería difícil de llevar a cabo en modo unilateralmente, provocando un debate constitucional. Es “ridículo” para el presidente que alguien tenga un hijo nacido en el país y éste sea ciudadano estadounidense. El mandatario señala que según sus asesores Trump podría recurrir a una orden ejecutiva, puesto que la 14º enmienda estaba pensada solo para los ciudadanos y residentes permanentes, no para los inmigrantes que están en el país ilegalmente.