Súper Vivientes

Súper Vivientes

El viernes 13 de octubre de 1972 un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya que viajaba a Santiago de Chile con un equipo de rugby del colegio Old Christians de Montevideo se estrelló en la Cordillera de los Andes.

Traemos las palabras de Carlitos Páez, un hombre no de una, sino de varias cordilleras, tal como lo relata en esta preciosa entrevista al impar programa Lengua Larga de FM Océano, donde relata parte de su vida y en el medio aparece esta experiencia inolvidable: la de un grupo de personas que se sostiene entre sí…

De la cordillera que nos convoca, la de Los Andes, mencionaremos que las ganas de llegar cuanto antes a Chile les jugaron en contra. Habían zarpado de Montevideo el jueves 12 de octubre (de 1972), y debieron pernoctar en Mendoza por el mal clima imperante.

Al día siguiente impulsaron a la tripulación a seguir viaje, y ese fue un detalle que luego haría que el piloto se desorientara, hasta darse de bruces con la montaña.

El impacto fue tremendo, partió el avión en dos, 12 jóvenes murieron en el acto y 4 fallecieron esa misma noche. Lo que continuó fue una travesía de 72 días, donde un grupo de jóvenes dio lugar a un milagro increíble: el de aferrarse a la vida, en las condiciones climáticas más adversas, logrando sobrevivir 16 de las 45 personas que viajaban en el avión.  

El milagro vino después, cuando en medio de la nieve, un grupo de jóvenes seguía atento el proceso de búsqueda, hasta que al décimo día se enteraron que se daba por concluida la misión: no los buscarían más… De aquella noticia, surgió el milagro de dejar la pasividad, para tomar el protagonismos y decidir vivir. Utilizaron todos los métodos conocidos, sumando que eran compañeros de colegio, gente que venía con un vínculo previo. Esto permitió establecer un orden de rutinas, como así también racionar los alimentos y darse aliento rezando.

En fin, los 72 días que conmovieron al mundo entero, arrancaron un 13 de octubre. No fue una tragedia, sino un milagro que nos hizo y nos sigue haciendo calcular el valor infinito de la vida, y cómo se puede luchar para preservarla.

Concluyo citando un fragmento de una entrevista a Roberto Canessa, otro superviviente, que relata un detalle poco conocido, luego del revuelo sensacionalista que armaron ciertos medios a causa de la alimentación que tuvieron en ese período. Canessa destaca cómo fueron reconfortados desde un “simple” telegrama del vicario de Cristo en la tierra de aquel entonces (diciembre de 1972):Lo que sí fue muy importante, fue un telegrama del Papa Pablo VI, que en cierta manera refrendó lo de Los Andes y dijo que habíamos cumplido con nuestro deber de conservar la vida, que eso legítimo desde el punto de vista de la religión. Yo quiero agregar una cosa: es que el tema de la comida, era un tema que al principio era inabordable porque el mundo era diferente. Yo creo que con el paso del tiempo, cuando aparecieron los trasplantes de órganos, el mundo cambió: se destapó. Y también las familias de los que no volvieron pudieron aceptar todo lo terrible que había pasado.

Fuentes:

Lengua Larga – Carlitos Páez – http://108.170.4.181/abrepalabra/lengua-larga-carlitos-paez.html

Russo A, Sztelmak M,  La fabricación del pecado: las construcciones de La Nación y Clarín sobre El Milagro de Los Andes, tesis dirigida por Luis Rivera para la carrera de Periodismo en la UNLP, diciembre de 2013 – https://perio.unlp.edu.ar/sistemas/biblioteca/files/CPM_Rus_m_Tdig_pdf_-_14262.pdf

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