Sueños integrales

Ciudad Nueva abrió sus puertas el miércoles 7 de abril a través del canal de YouTube para presentar la versión española de “Il sogno (folle) di Francesco: Piccolo manuale (scientifico) di ecologia integrale”, obra de Luca Fiorani, un físico italiano, promotor de la ecología y coordinador de la red EcoOne.

La obra fue publicada en español por la Editorial Ciudad Nueva como “El sueño de Francisco –  Manual de ecología integral”. Si reparamos en el título original, percibiremos leves, pero significativas diferencias. Claro, Luca es un italiano comprometido con la didáctica y la divulgación de la ciencia. Su obra anterior estaba dedicada a difundir el aporte de Galileo a la ciencia, en un tono ameno.

No es algo sencillo, menos aún cuando el autor aborda en su recorrido temas como los de la encíclica Laudato Si’, y una exhortación postsinodal como Querida Amazonia. Hace falta un espíritu aguerrido. Parece que el autor, que amén de físico es maratonista, lo ejercita y no se achica.

La presentación fue nutrida, así lo acredita el video, que cuenta con más de 1000 reproducciones a pocas horas de haber sido publicado. Durante los 50’ de la presentación hubo numerosos comentarios en el chat. 

El evento contó con la moderación de Andrés Porta, quien hizo una semblanza del contexto, y presentó al autor

 A continuación, Anita Martínez conversó con Luca Fiorani

Cuando Florencia Decarlini conoció el libro de Luca Fiorani, quedó encantada. “El sueño de Francisco” lograba presentar un recorrido sobre la situación climática, los desarrollos de las negociaciones internacionales y la carta encíclica Laudato Si’. Una síntesis que aúna ciencia, ambiente, tecnología, política y economía, sociología. Temas complejos, pero que fluyen con soltura a lo largo del texto.

En la primera parte, el autor refiere cómo la Iglesia enfrentó los problemas ambientales y qué es lo que plantea el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’. Destaca puntos cruciales como: la relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la creencia de que todo en el mundo está íntimamente conectado, la crítica del paradigma tecnocrático y las formas de poder que derivan de la tecnología, una nueva comprensión de la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates que sean sinceros y honestos, sin dejar de considerar la gran responsabilidad que tiene la política internacional y local, y la propuesta de un nuevo estilo que vida que trascienda la cultura del descarte.

Hace un recorrido introduciéndonos en la presencia de Dios en la naturaleza desde la fe cristiana, los acuerdos y desaciertos de las Convenciones de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el estado actual de nuestro Casa Común ,y algunos caminos que nos permitirían salir de esta situación de emergencia. 

En la edición en español, este sueño franciscano está enriquecido con condimentos locales. Se trata de unas consideraciones sobre el documento sinodal Querida Amazonía y sobre el Covid19 como un fenómeno ecológico. Son particularidades que Florencia bien conoce, ya que ha sido la responsable (y motivadora) de la traducción de este libro.

Para Alejandra Herrero, el libro de Fiorani abre puertas e interconecta diversos caminos que convergen en la Laudato Si’.

Las abre de un modo simple, que atrapa al lector y lo motiva a profundizar en otras rutas. Por ejemplo, este manual de ecología hace referencia al informe “Los límites del Crecimiento” encargado por el Club de Roma al MIT en 1972. Fue un documento que generó apoyos y críticas, ya que advertía algunos desastres que ocurrirían entre el 2020 y el 2050 respecto al aumento de la temperatura del planeta. Su propuesta para la solución era algo drástica: limitar el crecimiento poblacional y restringir la economía mundial. 

Localmente, la Fundación Bariloche junto a un grupo de científicos prominentes encabezados por el inquieto geólogo Amílcar Herrera, dieron respuesta al informe del Club de Roma-MIT, a través de la publicación de “El Modelo Mundial Latinoamericano” – MML. 

El colectivo de científicos contrapone su modelo, y demuestra que la catástrofe no necesariamente ocurrirá, siempre y cuando se logren algunas condiciones. Entre otras, debe reducirse significativamente la miseria en los países subdesarrollados y eliminar el derroche y desperdicio en los países desarrollados. De este modo, gran parte de las necesidades humanas básicas se podrían satisfacer en todo el mundo. Algo que se enuncia en las encíclica ecológica de Francisco, varias décadas más tarde.

Rolando García, físico y ex decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, publica un libro donde plantea la enorme complejidad de los problemas ambientales, una obra pionera en el abordaje del calentamiento global.

Fiorani retoma el problema del cambio climático, a partir de las recientes guerras en medio oriente consideradas como las primeras guerras ambientales. Plantea que las emisiones de Gases de efecto invernadero se producen principalmente en los países del norte.

A pesar de estos problemas pendientes de resolución, Luca destaca la alegría de la esperanza que recorre la encíclica Laudato Si’, y nos plantea a la Casa Común como un Futuro Común, que depende de todos.

El último presentador fue Luis Jesús Navarro, quien refirió que este libro le ordenó sus ideas y le sugirió que ciencia y fe pueden darse la mano. Es algo que este ingeniero viene estudiando desde la perspectiva ecológica y se pregunta en términos de energía: ¿cúal es el motor de la humanidad? Es el amor, tal como se propone en la “Regla de Oro”.  

Fiorani invita a buscar otras formas de comprender la economía y el progreso. El urgente llamado a cuidar nuestra frágil naturaleza, nos exige un replanteo del progreso, esencialmente de los modelos que producen degradación humana, social y ambiental.

El autor deja tarea para el hogar con varias “ecoinvitaciones” de la Laudato Si’: abrigarnos para usar menos calefacción, reducir el consumo de agua, separar los desechos, cocinar solo aquello que consumiremos, cuidar a los demás seres vivos, usar el transporte público o compartir el transporte privado, plantar árboles, apagar las luces innecesarias y, agradecer a Dios antes y después de comer.

Luis nos lleva a parar la pelota, para hacer la propia radiografía de nuestras vidas, de nuestros consumos. Luego nos hace reanudar el juego, agregando una consigna: la de aumentar nuestra huella de amor.