El sitio se ubica en el parque Joya de Cerén, en El Salvador, y es conocido como la “Pompeya de América”.
Los arqueólogos de El Salvador avanzan en las excavaciones en el parque arqueológico Joya de Cerén para comprender cómo era la vida en la aldea sepultada por erupciones volcánicas hace 1.400 años. La aldea es conocida como la “Pompeya de América” y se retomaron las excavaciones luego del hallazgo de una osamenta de un adulto enterrado en una pequeña tumba encontrada mientras se realizaban perforaciones en el terreno para colocar columnas que sostendrán un nuevo techo de protección del sitio.
Se esperan encontrar nuevos datos sobre la vida cotidiana en la aldea. La osamenta hallada fue la primera en 40 años, tenía como ofrenda una “navaja prismática” de obsidiana y fue parte de un entierro maya del período clásico tardío (600-900 d. C.). El hallazgo fue localizado en el complejo Uno del parque, a pocos metros de distancia de la estructura 12, conocida como “Casa de la Chamana”, una construcción de adobe decorada con colosías que muestran el avance de la arquitectura de la época.
La porción de tierra donde se encuentra la osamenta será trasladada a un laboratorio en San Salvador debido a su mal estado, con el fin de practicarle análisis genéticos y de radiocarbono, lo cual permitirá precisar cuándo la gente habitaba Joya de Cerén antes de las erupciones volcánicas. En las excavaciones iniciadas en esa parte del complejo Uno, ya fueron localizadas huellas de pie humano que van de norte a sur, que fue probablemente de la huida por la erupción volcánica. En la parte oeste fueron descubiertos a unos seis metros bajo la tierra surcos de diferentes cultivos como yuca y maíz.
El mundo de la arqueología en Mesoamérica destaca el descubrimiento de Joya de Cerén como el único sitio de una aldea prehispánica bien conservado en el tiempo donde se puede apreciar la forma de vida, así como rituales, agricultura, comercio, administración del espacio y hábitos alimenticios.
El arqueólogo japonés Shione Shibata, quien desde hace 23 años investiga el pasado maya en El Salvador, destacó la importancia de Joya de Cerén, que quedó “como una cápsula de tiempo” por los eventos volcánicos que la sepultaron, lo que permitió estudiar la vida de la aldea. De los cuatro volcanes que contribuyeron a sepultar Joya de Cerén fue el Loma Caldera, ubicado a unos 20 km de distancia, el que más ceniza y materiales piroclásticos arrojó, formando una capa de más de cinco metros de altura. La aldea es apodada “la Pompeya de América” en referencia a la famosa ciudad italiana sepultada por una erupción del volcán Vesubio en el año 79 d. C.
El temazcal, un sauna colectivo para unas 15 personas, es una de las principales atracciones para quienes visitan Joya de Cerén. En el mundo maya los saunas se encontraban en monumentales ciudades como Tikal, estaban hechos de piedra caliza y eran utilizados por élites, pero el temazcal de Joya de Cerén es el primer sauna de tierra bien preservado encontrado en Mesoamérica en una aldea de gente común.