Se trata de un ciudadano de Emiratos Árabes que habría participado del asesinato del periodista saudí cometido en Turquía.
El asesinato de un periodista de Arabia Saudita crítico con el régimen de su país, que además colaboraba con medios de prensa de los Estados Unidos, sigue siendo un episodio envuelto en el misterio y en el terror. Un supuesto espía de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) detenido en Turquía bajo la sospecha de haber estado implicado en el asesinato del Jamal Khashoggi, se suicidó este lunes en una prisión de Estambul, informó la agencia semipública Anadolu.
La policía turca detuvo a principios de mes a dos agentes, cuya nacionalidad no se ha revelado, por su relación con la muerte de Khashoggi, asesinado en el consulado de su país en Estambul en octubre pasado. Durante el interrogatorio policial los agentes confesaron que trabajaban para la inteligencia de Emiratos Árabes Unidos.
Ambos permanecían en prisión preventiva en la cárcel estambulí de Silivri bajo la acusación de “espionaje militar, político e internacional”.
Se da por hecho que el crimen fue cometido por un equipo de agentes saudíes que habría viajado expresamente a Estambul para eliminarlo y persisten dudas sobre si hubo un “colaborador local” encargado de hacer desaparecer el cadáver, que no se ha encontrado hasta la fecha. Según la cadena de televisión pública turca TRT, ambos sospechosos realizaron frecuentes entradas y salidas de Turquía, aunque uno de ellos habría llegado al país euroasiático después del asesinato de Khashoggi.
Emiratos Árabes Unidos es uno de los aliados más cercanos de Arabia Saudí y se halla en un bando geopolítico opuesto al de Turquía, que en la región del golfo Pérsico apoya a Qatar, lo que ha suscitado tensiones entre Ankara y Riad.
El gobierno de Arabia Saudita primero ha negado toda implicancia con el crimen del disidente, para finalmente admitir un trágico error. Han aparecido incluso grabaciones del momento en que fuera físicamente eliminado el periodista. El Congreso de los Estados Unidos ha reaccionado condenando el episodio y calificándolo como inaceptable, siendo el país medio oriental un aliado estratégico de la Casa Blanca, pese a las patentes violaciones a los derechos humanos. Hace pocos días, fueron ejecutadas más de 30 personas (una de ella ha sido crucificada), condenadas fundamentalmente por motivos religiosos, pertenecientes a la corriente chiita del islam, que es considerada herética por las autoridades religiosas saudíes.
Las autoridades saudies son religiosas? Las excusas religiosas son inaceptables, formales y denotan una carencia total de valores espirituales. No se puede seguir utilizando razones religiosas para llevar a cabo acciones abominables. Bajo ningún pretexto se puede invocar a Dios para cometer actos monstruosos, es la negación misma de Dios, sea cual fuere la supuesta convicción religiosa invocada.