Los ciudadanos con ingresos insuficientes pasaron del 14,4 al 11,7%. Cuando se analizan los factores multidimensionales (trabajo, salud, vivienda, educación y entorno), las situaciones de pobreza afectan el 20,9% de los chilenos.
La pobreza en Chile se ha reducido, es el dato que recoge en su último trabajo de investigación el ministerio de Desarrollo Social utilizando las cifras de la encuesta periódica que se realiza cada dos años en el país (Casen).
Respecto de la encuesta anterior, realizada en 2013, los datos recogidos el año pasado indican que las personas que en el país viven en situación de pobreza por ingresos pasaron de representar el 14,4 por ciento de la población al 11,7 por ciento.
Analizando no sólo el ingreso, sino varios otros factores utilizados por la encuesta Casen, la pobreza multidimensional también se redujo, aunque menos al bajar del 20,4 por ciento al 19,1 por ciento. Esta medición consideraba cuatro dimensiones (trabajo, educación, vivienda y salud), pero al incluir en la medición del año pasado una nueva dimensión (entorno y redes de cohesión social), el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional es de 20,9 por ciento. Hay una parte de la ciudadanía, el 4,5 por ciento, que vive en situaciones de pobreza por ingreso y por factores multidimensionales.
El ministerio señaló además que aunque la desigualdad tuvo una disminución moderada, fue “significativa”.
En esta oportunidad se aplicaron innovaciones a las preguntas, respecto de la última encuesta en 2013, relativas a la convivencia civil, tras el Acuerdo de Unión Civil, el entorno cercano a la vivienda, redes de apoyo, discriminación y/o trato justo, identidad de género y orientación sexual, estado de salud, carreras cursadas en educación superior, deserción escolar y tipos de combustible y fuentes de energía. Para el Ministerio de Desarrollo, si bien las encuestas Casen son “una foto”, también son una muestra de una tendencia que tiene que ser utilizada para las políticas públicas.
Algunos datos son indicadores del “tipo” de hogar pobre: en promedio, lo constituyen 3,6 personas; en el 39,6 por ciento está conformado por uno de los padres, en el 49 por ciento el jefe de hogar es una mujer; en el 27,6 por ciento hay adultos mayores y en el 69,8 por ciento hay menores; la edad promedio del jefe de hogar es de 48,1 años; la escolaridad promedio de los jefes de hogar es de 8,6 años y el 65,4 por ciento no tiene el nivel de estudios medios completo.