Este martes se lleva a cabo la segunda jornada de paro en la provincia de Buenos Aires producto de la falta de acuerdo entre el gobierno bonaerense y los gremios del sector educativo, en el marco de las negociaciones paritarias.
Lo llamativo es que, en lugar de profundizar el diálogo y avanzar con las reuniones con el fin de lograr destrabar el conflicto, la discusión, al menos en los grandes medios de comunicación y en las redes sociales, pasa por el grado de acatamiento que tienen las medidas de fuerza ejecutadas por los gremios.
Según informaron desde las entidades gremiales más del 80 por ciento de los establecimientos educativos permanecieron cerrados ayer debido al paro ejecutado por los trabajadores. En tanto, desde el gobierno de María Eugenia Vidal sostienen que el grado de acatamiento no superó el 45 por ciento.
Lo cierto es que, independientemente de quien tenga la razón, el conflicto existe y millones de chicos no pudieron asistir a clases por la falta de acuerdo paritario. Desde el gobierno insisten con un aumento salarial del 15 por ciento, en 3 cuotas, con un plus por presentismo e incorporar una cláusula de revisión que permita comparar los salarios con la inflación vigente en el segundo semestre.
Por su parte, los gremios rechazan el aumento ofrecido por el gobierno por considerar que la inflación no será inferior al 20 por ciento, exigen la incorporación de la cláusula gatillo que ajuste los salarios de manera automática, sin tener que depender de una convocatoria de los funcionarios provinciales, y están de acuerdo con analizar el tema del ausentismo docente pero “con datos y estadísticas reales”. Además, rechazan el cierre de escuelas y de programas educativos.
Es en este contexto que el gobierno y los sindicatos docentes no pueden arribar a un acuerdo que permita que las clases comiencen con normalidad.
“Esta medida de fuerza es el resultado de la falta de diálogo por parte del Gobierno provincial, que ha intentado demonizar a los docentes y a sus representantes”, expresó la presidente de la Federación de Educadores Bonaerense (Feb), Mirta Petrocini, y agregó: “el paro es la última instancia a la que debimos recurrir ante la decisión de las autoridades de no realizar una oferta salarial acorde a las necesidades del sector”.
“Si realmente querían (el gobierno) discutir salarios con los chicos dentro de las escuelas, nos hubieran recibido en noviembre o en diciembre, cuando los alumnos y los docentes están en las aulas, y no a último momento para hacernos tres propuestas insuficientes”, insistió la gremialista.
Por su parte, el ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, se refirió a la problemática nacional por las paritarias docentes y, al respecto, manifestó: “Cuando yo te pido algo que sé que no me vas a dar es porque quiero ir a un conflicto“. “Lo que estamos diciendo es que no vamos a aceptar nunca más que haya una fecha límite extorsiva para que tengamos que arreglar. Vamos a hablar de los salarios, pero vamos a hablar también del ausentismo, de la capacitación, de la formación. Todo eso hace a la calidad educativa”, agregó el titular de la cartera de Educación.
Asimismo, el Subsecretario de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Siciliano, consideró que “la respuesta ante el diálogo no puede ser un paro y, número más número menos, estamos en una situación que debemos resolver los adultos y garantizar que haya clases”. Sin embargo, tras ser consultado sobre cuándo se volverán a reunir con los representantes sindicales, el funcionario respondió: “No tenemos aún una fecha de convocatoria pero la idea es convocarlos a la brevedad”.
Habrá que esperar a que el Gobierno de Vidal vuelva a convocar a los gremios para avanzar con la paritaria y los resultados de dicho encuentro (el cuarto) determinarán si –finalmente– el ciclo lectivo 2018 comienza sin interrupciones o se agudiza el conflicto con nuevas medidas de fuerza.
El camino siempre es el diálogo.