El evento reúne a unas 20 mil personas y decenas de Jefes de Estado y de gobierno. Finalizará el 18 de este mes. Se esperan nuevas definiciones Donald Trump.
Con las portadas de los diarios dedicadas al triunfo de Donald Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos, el comienzo de la 22º Conferencia sobre cambio climático en Marrakech, Marruecos, pasó bastante desapercibido pese a tratarse de un evento clave para toda la comunidad internacional.
La Cop22, la sigla de estas reuniones, continuará hasta el 18 de este mes, con la presencia de unos 20 mil participantes y una docena de jefes de Estado y de gobierno. El objetivo del evento es el de dar forma a muchos puntos que han quedado en lo genérico el año pasado en la cumbre celebrada por la ONU en París.
El Acuerdo de París ha pasado a ser un tratado de la ONU luego de que un centenar de países en estos once meses lo ratificaran. Y en el mismo se asume que el cambio climático en curso es efecto de la acción humana, en especial de los países industrializados, los que más responsabilidad tienen de contrarrestarlo.
El día 15 los Jefes de Estado invitados celebrarán su reunión. Los de África analizarán la particular vulnerabilidad del continente ante los efectos climáticos y discutirán acerca del acceso a las financiaciones previstas en París para hacer frentes a los daños que padecen los países más vulnerables, la necesidad de ampliar la red eléctrica en el continente y la transferencia de tecnologías.
En zonas desérticas como el Sael (norte de África) cualquier incremento de temperatura promedio del planeta tiene efectos de mayor intensidad, lo que puede echar a perder los resultados conseguidos en estos últimos 20 años, producir más pobreza y provocar nuevas olas migratorias. Países como Marruecos necesitan diversificar su agricultura, optimizar sus recursos, evitar la explotación intensiva del suelo y frenar la deforestación, además de gestionar óptimamente los recursos hídricos. Hay un gran capital de conocimientos instalados en la cultura local que pueden ser aplicados para conseguir estos objetivos.
El Acuerdo de París es el primer tratado sobre el clima de alcance universal, puesto que el anterior, el Protocolo de Kioto, estaba dirigido a los países industrializados. El documento intenta limitar por debajo de los 2 grados en promedio el incremento de la temperatura del planeta para fin de este siglo. Los compromisos asumidos hasta el momento permitirían un aumento de casi el doble, y eso sería altamente catastrófico, con efectos que los científicos estiman que estarían fuera del control humano.
Los países más responsables del actual nivel de contaminación, Estados Unidos y China han asumido su rol de liderazgo el año pasado. La tarea es muy importante en lo político, pero también en el desarrollo de tecnologías menos contaminantes. El flamante presidente norteamericano durante su campaña electoral no se ha manifestado a favor de seguir la postura de Barack Obama. Lo que podría ocasionar retrasos y fracasos ante los cambios en curso. Lo que abre un compás de espera para hacerse una idea de las perspectivas de éxito de los contenidos asumidos en París.
