El entrenador del conjunto albiceleste dimitió a su cargo después de no tener respuestas concretas de la AFA respecto a la convocatoria de jugadores para afrontar los Juegos Olímpicos.
Es éste sin dudas el peor momento en la centenaria historia del fútbol argentino. Con una Asociación acéfala, intervenida por la FIFA, y una gran incertidumbre sobre la organización de los próximos torneos vernáculos, ahora se suma la reciente renuncia de Gerardo Martino a la conducción de la Selección Nacional.
El entrenador se reunió este mediodía con Ricardo Tapia, dirigente de la AFA y cercano a la estructura de los equipos nacionales, esperando tener respuestas concretas respecto a la negativa de muchos clubes de ceder a sus jugadores para disputar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Algunos dirigentes habían anunciado días atrás que no le darían autorización a los futbolistas de sus clubes y sumado a la negación de instituciones del exterior provocaron que el seleccionado Sub-23 quedara diezmado a sólo un mes del inicio de la competencia.
Tal situación fue la gota que rebasó el vaso y motivó el portazo de Martino, quien junto a su cuerpo técnico publicó el siguiente comunicado: “Debido a la indefinición en la designación de nuevas autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino y de los graves inconvenientes para conseguir conformar el plantel que represente al país en los próximos Juegos Olímpicos, el cuerpo técnico de la Selección ha decidido presentar su renuncia en el día de la fecha“.
Martino condujo al conjunto mayor a dos finales consecutivas de Copa América y actualmente Argentina se ubica tercero en la Eliminatorias para Rusia 2018.
Ahora comenzará una interminable danza de nombres. El tema es saber a quién le gustará bailar con la que habitualmente es “la más linda“ pero que hoy luce “más fea“ que nunca.