Argentina, Brasil y Paraguay han propuesto seguir sin presidencia temporaria hasta diciembre, cuando finalice el período de conducción que correspondería a Venezuela.
No hay diálogo entre los socios del Mercosur. Es la inevitable conclusión a la que se llega al considerar la propuesta que Paraguay, Argentina y Brasil le hicieron a Uruguay y que básicamente consiste en avanzar hasta fin de año sin presidencia hasta que, en cuatro meses, sea el presidente argentino quien asuma la conducción pro tempore del bloque.
La situación es anómala, por si fuera necesario aclararlo. De un lado Venezuela sostiene que ejerce la presidencia y convoca a reuniones a las que concurren los representantes de Uruguay y de Bolivia, que no es socio pleno, por lo que asiste sin poder votar. Del otro lado la mencionada propuesta de los otros tres socios que ahora esperan una respuesta de Uruguay que hasta el momento sostuvo el pleno derecho venezolano de conducir el Mercosur.
Por otro lado, cabe preguntarse qué pasará en diciembre cuando finalizará una presidencia frustrada: ¿aceptará Venezuela seguir siendo parte del Mercosur? ¿Bolivia querrá seguir el trámite para su admisión, que depende de una, a esta altura improbable, ratificación de Brasil?
El presidente uruguayo Tabaré Vázquez invoca la buena voluntad de los socios. Pero con Caracas – y posiblemente con La Paz – parece que se ha asumido una postura de ruptura que corre el riesgo de echar a perder 26 años de camino de integración.
“Tenemos que aclarar que Venezuela no ejerce la presidencia bajo ningún punto de vista. La decisión 28 de 2005 establece que los países que se sumen al Mercosur tienen cuatro años de plazo para incorporar el acervo de normas del bloque. Venezuela no lo ha hecho. Los países fundadores no tenemos ese límite”, insiste el canciller paraguayo Eladio Loizaga tratando de dar motivaciones jurídicas a decisiones políticas. Vázquez se mostró confiado en que el bloque saldrá del atolladero “si ponemos todos un poco de buena voluntad”. Aludiendo a la posición de su gobierno de defender el derecho venezolano a ejercer la presidencia, Vázquez argumentó que para un país pequeño como Uruguay “es de capital importancia” la primacía de lo jurídico. Agregó que “cada país se planta” en su posición y que eso es “respetable”.
En 2012 cuando Venezuela ingresó como miembro pleno al Mercosur, el entonces presidente uruguayo, José Mujica, justificó su ingreso argumentando que lo político debía prevalecer sobre lo jurídico. El ingreso de Venezuela fue posible por la expulsión de Paraguay (cuyo Parlamento se oponía) luego de que el entonces presidente paraguayo Fernando Lugo fuese destituido por los legisladores en un juicio político que dejó muchas dudas acerca de su legitimidad.
Durante estos años hubo contemplaciones respecto de la situación interna de Venezuela que no se tuvieron en el caso paraguayo. El cambio de orientación ideológica ocurrido en Argentina, Paraguay y Brasil ahora plantea una actitud más intransigente, aunque ocultada tras argumentos jurídicos. El Mercosur ha tomado un rumbo peligroso.