Hay infinidad de ocasiones para celebrar la memoria y la obra de seres que contribuyen a mejorar nuestra Casa Común.
Es el caso de Klaus Hemmerle (Alemania, 1929 – 1994), obispo católico alemán, incansable constructor de puentes entre personas, religiones y derechos de la sociedad. Klaus fue un forjador de la unidad, una persona que (literalmente) abrazó el carisma de la unidad del Movimiento de los Focolares desde temprana edad.
Su trayectoria acompañó la difusión del grupo, a tal punto que en 1976, Chiara Lubich lo consideró cofundador del movimiento de los focolares.
El teólogo no se quedaría quieto, produjo abundante material disponible en profundas meditaciones, publicaciones, y hasta pinturas!
Quiso plasmar las bondades del estudio, y fue un artífice esencial para que se inaugurara en 1990 la Escuela Abbá, centro de estudios que profundiza la dimensión doctrinal contenida en el carisma de la unidad.
Fruto de todo esto, cada dos años se otorga el premio que lleva su nombre a personalidades muy diversas de la sociedad.
La décima edición del premio Klaus Hemmerle (2022) se otorgó a Hanna Suchocka, quien se desempeñara como Primera Ministra de Polonia en el convulsionado período de 1992 a 1993, fuera Ministra de Justicia desde 1997 hasta 2001.
Además de su labor en la gestión gubernamental, abriéndose camino entre una mayoría absoluta de hombres, la Dra. Suchocka es profesora de derecho constitucional, y se ha especializado en el campo de las cuestiones relativas al estado de derecho, los sistemas de organización del Estado y los derechos humanos.
Desde 2001 hasta 2013 fue embajadora de Polonia ante la Santa Sede. Su retiro fue breve, porque desde 2014 integra la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores. Cargo que le renovara el Papa Francisco en 2018, con la compleja y desafiante tarea de defender a los más pequeños, y revisar casos de abusos. Cuestión prolífica en el siglo XXI, una causa que sigue activa, y necesita de profesionales como la Dra. Suchocka, amén del acompañamiento activo del Pueblo de Dios.
Es autora de numerosos trabajos y artículos científicos sobre la organización del Estado y sobre temas en materia de derechos humanos. En los considerandos, el jurado del Premio Klaus Hemmerle subrayó la “labor con el derecho, la justicia y la integración” de Suchocka, y destacó “su compromiso con la integración europea, los derechos humanos, la democracia y la reconciliación germano-polaca como constructora de puentes”.
Adjuntamos el hipervínculo a un trabajo de la premiada Dra.Suchocka donde aborda el tema del odio.
Un nuevo puente, el décimo, se ha tendido hacia la inmortal obra de Klaus Hemmerle.
En este caso busca acercar a alemanes y polacos, pero se extiende a toda la humanidad. Su meta es la unidad.
Fuentes: