Luego de la renuncia del ministro de Justicia y de filtraciones que revelan tráficos de influencias, avanza una reforma de este poder del Estado.
Un escándalo de proporciones por tráfico de influencias está sacudiendo el Poder Judicial de Perú. La semana pasada, una serie de interceptaciones telefónicos publicadas por IDL-Reporteros, condujeron a la renuncia del ministro de Justicia del Gobierno del presidente Martín Vizcarra. El presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, indicó que mañana se reunirá con los presidentes de Corte Suprema de Justicia y solicitará declarar el estado de emergencia el aparato judicial.
Mientras tanto, desde la sociedad civil se organiza para el próximo día 19 de julio una jornada de protesta liderada por la Confederación General de Trabajadores que no abarca solo el tema de la corrupción, sino que reclama una nueva constitución y elecciones generales ante la extensión del fenómeno y el pedido de mayores inversiones en leyes sociales.
El Poder Judicial del país está siendo objeto de una reforma que prevé un mayor apoyo de la Oficina de Control de la Magistratura para detectar a tiempo casos de corrupción. En estas semanas, han aparecido más interceptaciones telefónicas entre criminales y detenidos que revelan una red que se conecta con jueces y fiscales, lo que condujo a la detención de otros magistrados. La situación se complica con las declaraciones de ex miembros del Poder Judicial, vinculados con el fujimorismo, que han alentado la intervención de los militares para frenar la reforma.
