Paul Auster: “Nuestra principal responsabilidad en una democracia es votar”

Paul Auster: “Nuestra principal responsabilidad en una democracia es votar”

Compartimos fragmentos de la entrevista que publicara el diario La Nación en su edición del domingo 1º de noviembre.

Auster nació en 1947 en Nueva Jersey. Escritor, traductor y cineasta, cultor de casi todos los géneros literarios: novela, poesía, cuentos y ensayos. Una pluma ineludible.

Urdió infinidad de historias inolvidables como Mr.Vértigo (1994), La historia de mi máquina de escribir (2002), Diario de invierno (2012), o El cuento de Navidad de Auggie Wren (1990). 

Un sesudo trabajador de las letras. Apenas uno conecta con su obra y arranca a leerlo, la sesera habrá de proyectar imágenes que cobran forma de película. No en vano, fue llevado al cine (Smoke y Blue in the face, ambas de 1995), y dirigió La vida interior de Martin Frost (2007). Nos valdremos de su valiosa mirada, para saber qué se juega en estas elecciones presidenciales estadounidenses.

El escritor reconoce dos objetivos a lograr: que los estadounidenses voten, y lograr la derrota de Donald Trump. Aun si se alcanzaran ambos, no se solucionarían todos los problemas en el norte. Auster se indigna con el actual presidente y con su troupe, pero también con los ciudadanos que no votan. “Esa es la definición perfecta de pasividad. Estar en democracia significa asumir las responsabilidades, no solo los derechos. Nuestra responsabilidad principal es votar. Si la gente no asume esta responsabilidad, perderá sus derechos”.

La pandemia

Lo que más me preocupa es que fue algo que todos sabíamos que podría pasar. Mucho antes de que sucediera, el gobierno de Estados Unidos había elaborado detallados informes para la por aquel entonces administración entrante de Trump sobre cómo proceder en tales casos. Sabían que la posibilidad era alta, por eso durante la gestión de Obama, el país estaba preparado para afrontar un evento como este”.

El desmanejo de Trump

Una vez que la pandemia se manifestó como un hecho concreto, Auster se indignó como nunca, al ver que la administración de Trump le delegó el problema a cada uno de los estados regionales, multiplicando el problema por 50!

El resultado: miles de homicidios culposos, al punto de ver la situación actual como “un 11 de septiembre cada dos o tres días”, por la enorme cantidad diaria de víctimas fatales.

El punto es que no se pueden manejar ni siquiera estas cuestiones en modo razonable: “Todo se convirtió en una politiquería desagradable”.

Alianzas

“Es indispensable la cooperación entre naciones y se necesita mucha coherencia para enfrentar desafíos globales. No comprender que para superarlo deberemos modificar varias conductas de nuestro modo de vida, es inaceptable, por negación o peor aún: por indiferencia. Lamentablemente la administración Trump abunda en negacionistas del cambio climático. Hay una necesidad acuciante de actuar en forma inteligente, y velozmente. De otro modo corremos un serio riesgo de destruir el planeta”.

Cosecharás tu siembra

Trump esparció semillas de duda sobre la validez de las elecciones, prácticamente desde el día en que asumió. Con la pandemia, vio el escenario propicio para complicar el voto por correo, una herramienta valios para los comicios estadounidenses. Con las trabas actuales, las boletas que lleguen tarde, no serán contabilizadas. “Es un truco siniestro de los republicanos. Saben que van a perder, y necesitan hacer trampa. También hablan de imponer la ley marcial”.

Como si esto no alcanzara, uno de los lobbistas republicanos es Roger Stone, quien afirmó que de ganar Biden, Trump debería imponer la ley marcial. Es una incitación a la compra de armas y municiones, frente a potenciales desbordes. Además son elementos de uso permitido en los EE.UU, y es un mercado enorme. Por ende, si las elecciones son ajustadas, tal como sucedió en las elecciones entre George W.Bush y Al Gore, o en las de Trump y Hillary Clinton, varias ciudades serán un polvorín.

Auster acota un detalle notable: “Recuerde algo que muy pocos tienen en cuenta: Trump obtuvo 63 millones de votos en 2016, lo cual es inconcebible para mí, mientras que Hillary Clinton obtuvo 66 millones. Pero el mayor número de aquella votación fueron los 90 millones que no votaron. Simplemente no votaron. Esa es para mí la definición absoluta de pasividad. Tan indiferentes que no les importó quién controlaba el país”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/paul-auster-eeuu-se-ha-convertido-caso-nid2495775

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