Una fecha que nos recuerda a Tres músicos que no nos dejan indiferentes. Le ponen ritmo y armonía a nuestro día. Cantemos y/o bailemos.
El viernes 11 de marzo de 1921 nacía en Mar del Plata, un tipo testarudo que daría que hablar al mundo: Astor Pantaleón Piazzolla.
Bandoneonista decidido, Astor fue un ser marcado por su nombre. Aquel era el nombre de un amigo músico de su viejo (don Vicente/Nonino). Pantaleón, honrando al abuelo paterno.
Su temprano encuentro con Carlos Gardel, en 1934, se produjo en una Nueva York distinta, con pocos criollos, ocho argentos y tres yoruguas. En una ciudad aún devastada por el crack del 29′, fue el privilegiado escenario, donde “Lefty” (por el modo de sacar sus golpes de izquierda en las peleas callejeras) Astor Piazzolla conocería al zorzal criollo.
En ese contexto, el intrépido gurrumín marplatense se acerca al Middeltowne Hotel, en el 148 East de la calle 148, en la pituca zona donde paraba el zorzal, para obsequiarle una talla de madera, hecha por Vicente Piazzolla. Otro ser tenaz (se corroboran las leyes de Mendel), que dejó de dormir dos noches, para descubrir en la madera un gaucho que tocaba la viola. La talla rezaba al pie: “Al gran cantor Argentino, Carlos Gardel”, junto a la firma de Vicente Piazzolla. De algún modo, Nonino, marcaba el rumbo de Astor, encomendándolo a ser músico desde su nombre, y hombre de gotan, en este encuentro, no tan casual.
Desde aquel momento cambiaría la vida de Astor al conquistar con su desfachatez a Gardel, por su modo de tocar el bandoneón, por su inglés. De este modo, Astor pasó a ser el más púber de la troupe gardeliana. Los guió por Nueva York, actuó en una película y hasta lo invitaron a seguir la gira artística con ellos, cosa que los padres no autorizaron. Tuvieron cierta intuición, porque de haber viajado, Astor habría fallecido en el accidente de Medellín…
Va un tema poco conocido de Astor “Pedro y Pedro” con la aclaración piazzolliana al principio de la pista.
El viernes 11 de marzo de 1929 llegaba al mundo Ubaldo de Lío.
Ser conocido como vinculado al tango, se lo recuerda como el compañero de Horacio Salgán, y en este videito los vemos haciendo tangos camperos, en el ignoto y valioso programa de Roxana Kreimer (fijaos la hora en que lo pasaban).
Ubaldo no se restringió al gotan, incursionó por el folklore, el jazz y muchas cosas más.
Formó parte de la orquesta de Eddie Pequenino, la de Canal 9 y fue un baluarte. Horacio y Ubaldo prepararon a los tangueros, para permitir que la viola eléctrica apareciese y dejara de ser un sacrilegio.
Un tipo grandioso por su obra, cultor del bajo perfil. Grabó con Kicho Díaz, Guillermo Barbieri, Lalo Schiffrin y Hernán Oliva entre otros. Tocó guitarra y mandolina y fue compañero de laburo de Horacio Salgán durante unos 45 añitos.
El sábado 11 de marzo de 1950, el planeta recibía en Manhattan a Bobby McFerrin
Un maestro de la música. Hijo de un barítono y de una cantante, el Bobby salió cantante, pero cultor del jugado canto a cappella. Bobby canta fluidamente saltando en tonos y melodías. Maestro de la improvisación, puede actuar como solista o acompañado.
Su primer disco vio la luz en 1982. Pasó seis años desarrollando su propio estilo musical, evitando escuchar a otros cantantes para no adquirir yeites y tener un estilo hiperpersonal. Fue influenciado por Keith Jarrett, quien había logrado un gran éxito con una serie de conciertos de piano improvisados como el celestial The Koln Concert (1975), y McFerrein quería lograr algo similar vocalmente. ¡Vaya si lo alcanzó!