Ricardo Salles modificó los planes de protección de una ribera fluvial para favorecer a los industriales de la zona. El fallo suspende sus derechos políticos.
La justicia de Brasil ha condenado ayer al futuro ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, por el delito de improbidad administrativa relacionado con irregularidades en un plan ambiental cuando era secretario regional. Un juez de la ciudad de Sao Paulo determinó incluso la suspensión de los derechos políticos de Salles durante los próximos tres años, así como el pago de una multa equivalente a diez salarios como secretario, aunque el futuro ministro todavía puede recurrir la decisión.
Salles, de 43 años, fue acusado por el Ministerio Público de tergiversar en 2016 los planes de protección ambiental de la ribera del río Tiete cuando era secretario de Medio Ambiente del gobierno de Sao Paulo, durante la gestión del exgobernador y también excandidato presidencial socialdemócrata, Geraldo Alckmin. De acuerdo con lo que estableció el juez, el entonces secretario “violó las normas legales” para favorecer los intereses económicos de la Federación de las Industrias de Sao Paulo (Fiesp), la patronal más influyente de Brasil y que también fue condenada. La Fiscalía argumentó que Salles y la Fiesp modificaron mapas elaborados por la Universidad de Sao Paulo para beneficiar a empresas del sector minero afiliadas a la patronal, con sede en la capital paulista. Salles fue el último de los ministros designados por el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, quien asumirá el cargo el próximo 1 de enero.
La cartera de Medio Ambiente fue objeto de polémicas durante las últimas semanas, pues Bolsonaro había pensado que sería eliminada, pero luego volvió a atrás y decidió mantenerla.
Ese sector también ha sido objeto de críticas del presidente electo, quien llegó a barajar la idea de que Brasil abandone el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático al considerar que algunas de sus cláusulas pudieran atentar contra la “soberanía nacional”, aunque luego aclaró que aún no ha tomado una decisión definitiva.
Son los lamentables vaivenes de la inmoralidad. Deben ser severamente punidos; estos delitos atentan contra la Humanidad.