En el Zócalo, 170.000 personas y 19 artistas vivieron a través de la música un espacio de fraternidad.
El silencio se pudo cortar con un cuchillo cuando poco antes de las 20,00 horas los cientos de miles de personas presentes en el Zócalo de Ciudad de México recordaron a los más de 460 muertos por el terremoto del 7 y 19 de septiembre. Luego del toque de trompeta con bomberos, rescatistas, marinos, gente de la Cruz Roja sobre el escenario y del silencio, la multitud entonó el himno nacional. Fue quizá el momento más fuerte de una iniciativa que quiere mantener viva la corriente solidaria que sienten los mexicanos en un año difícil para este país.
Durante seis horas, 19 artistas aportaron sus talentos para que la belleza y la armonía fueran un sanador para el país. “Frente al rugir de la tierra respondimos con amor propio, con amor al prójimo, con amor por lo que somos y volveremos a ser”, afirmó en nombre de todos Diego Luna, al comenzar el espectáculo.
No todo fue fácil para organizar el evento. Se discutió a qué organizaciones promover: Cruz Roja, Ambulante Fundación Comunidad, Fechac, Cadena México, Love Army México, Fundación León XIII, The Global Giving Foundation, entre muchas otras. Se exigió que no hubiera conductor ni mensajes comerciales, ni voceros de Gobiernos ni de marcas. El llamado a aportar donativos fue realizado exclusivamente por los artistas. “No dejemos de donar hasta que la última persona recupere su casa”, dijo el colombiano Juanes.
“Hay que reconstruir nuestra autoestima. Lo que nos toca ver es la unión y volcarla, hay que fijarla en los gobernantes y como se desparecen en los momentos de crisis. Necesitamos elegir a gente digna del país que tenemos. Hay que votar por gente decente, por favor”, pidió Julieta Venegas en su oportunidad de lanzar una palabra. La chilena Mon Laferte no fue para menos: “Señores gobernantes, deberían estar a la altura del pueblo que tienen”.
Después, un coro de decenas de miles cantó con ella Tu falta de querer.
“Este es un evento diferente para que la gente sepa que México es un pueblo fuerte con un corazón de oro”, dijo el puertorriqueño Chayanne, quien también quiso recordar a los damnificados por el huracán María en Puerto Rico.
Rock, pop, música folclórica se alternaron en el escenario ante 170.000 personas. Desde los ya mencionados artistas, a los mariachis de Enrique Bunbury, con el regalo en videoconferencia de una versión acústica de Wish you were here, del eterno Pink Floyd, Roger Waters, a Miguel Bosé… Una noche inolvidable unidos ante el desafío de seguir siendo hermanos.