El Gobierno instituyó cuatro reservas de la biosfera particularmente ricas en especies de flora y fauna. El anuncio fue realizado en el marco de la cumbre de la ONU COP13 por la biodiversidad.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció este lunes la aprobación de cuatro Reservas de la Biosfera que serán protegidas en consideración de su biodiversidad. Se trata de una superficie sin precedentes en la historia del país, marítima en mayor parte, que supera los 901.000 km2, equivalente casi a la de Francia e Italia juntas.
El anuncio fue realizado cuando México hospeda, desde el 2 de este mes y hasta el 17, la cumbre de las Naciones Unidas por la biodiversidad (COP 13). En rigor, se trata de un conjunto de cumbres con representantes de 190 países. Además de la 13ª reunión de la conferencia de las partes (COP 13), se lleva a cabo la 8ª COP-MOP del Protocolo de Cartagena (COP-MOP 8) y la 2ª COP-MOP del Protocolo de Nagoya (COP-MOP 2).
La decisión del Gobierno mexicano apunta a proteger las zonas de la exploración y extracción de hidrocarburos, además de resguardar las especies en peligro de extinción, con el objetivo de cumplir con las Metas de Aichi (un compromiso mundial para 2020) a través de la conservación del 10% de la superficie marítima de México y el 17% terrestre. Con las nuevas áreas se llega a conservar el 23 por ciento de la superficie marítima y el 14 por ciento de la terrestre.
Las zonas protegidas reconocidas en el acto han sido, además de la Reserva de la Biosfera del Caribe mexicano –el área protegida más grande del país con 5,6 millones de hectáreas–, la Reserva de la Biosfera del Pacífico mexicano profundo (una franja marítima de 800 metros de profundidad), dos islas del Pacífico, la Sierra de Tamaulipas, y unas zonas llamadas “de salvaguarda” para los manglares y la selva Lacandona.
En la Reserva de la Biosfera del Caribe mexicano se encuentra el arrecife mesoamericano, el segundo más grande del mundo. La zona cuenta con un plan ambiental más detallado y avanzado en su desarrollo, el que permitirá proteger la supervivencia de especies en peligro de extinción, como el tiburón ballena y el tiburón toro, la mantarraya y las tortugas marinas y, en la zona costera, el hábitat del jaguar y del ocelote.
Pese a apoyar la iniciativa, las organizaciones ambientalistas han formulado algunas objeciones, puesto que el proyecto de la Reserva del Caribe no cuenta con un plan de gestión aunque se proyecta desde hace 7 meses y más que promesas se reclaman garantías legales. Greenpeace sostiene que el recorte de fondos a la Secretaría de Medio Ambiente podría neutralizar el anuncio.
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