Se entra en la cuarta semana de paralización. Las partes habían alcanzado un acuerdo preliminar, pero las bases rechazaron lo consensuado.
Pese a haber alcanzado en principio un acuerdo, luego de una maratónica jornada de 14 horas de negociación, entre el Gobierno de Costa Rica y los sindicatos, las bases de estos últimos rechazaron lo acordado por lo que la huelga en el país entra en su cuarta semana.
Los puntos alcanzados por las partes, fueron sometidos a la aprobación de las bases de los sindicatos. La mayoría de las organizaciones no aceptaron los puntos del acuerdo, sobre todo porque el Gobierno no renunció a la aplicación por la vía rápida del proyecto de ley de reforma económica.
De haber sido aceptado el acuerdo, la mesa de diálogo se instalaría en el día de hoy a las 15,00 horas locales. Por el momento dicha reunión ha sido suspendida. Se sabe por el momento que una gran parte de los sindicatos representados no aprueban el documento, algunos por abrumadora mayoría e incluso por unanimidad. Algunas otras organizaciones lo han aprobado, pero acatarán la decisión de la mayoría de los sindicatos, otras discrepan y están de acuerdo con los puntos consensuados con el Gobierno.
Las negociaciones iniciaron desde el pasado 19 de setiembre, luego de que la Iglesia católica invitó a las partes al diálogo luego de la larga huelga que está bloqueando la economía del país. La intención fue poner sobre la mesa las condiciones para deponer la medida sindical y a la vez negociar con el Gobierno el plan fiscal que está suscitando el rechazo de los sectores sindicales. El Gobierno presentó a los sindicatos cinco propuestas distintas durante las ocho jornadas de diálogo preliminar. Todas incluyeron la necesidad de aprobar el proyecto de Ley para el Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y deponer la huelga. Por parte de los sindicatos presentaron cuatro propuestas y la principal oposición fue contra el plan fiscal.
El punto clave de la disputa es la continuidad del trámite legislativo de la ley fiscal, que el Gobierno pretende modificar sucesivamente, mientras se negocian los contenidos de los cambios.