Además de medios de alcance nacional, como el New York Times y el USA Today, numerosos otros medios locales, que tradicionalmente han apoyado a los republicanos, han preferido a Hillary Clinton o invitan a votar por otro candidato.
El frente mediático de la campaña por la presidencia de Donald Trump se está revelando desastroso. El tema es que, contrariamente a la gran mayoría de la opinión pública, el periodismo recurre a los archivos donde aparecen las incoherencias y las inconsistencias discursivas de este candidato, los fracasos empresariales, las incontinencias verbales y los insultos. La imagen de figura dotada de determinación no resiste a un análisis serio en el que se evidencia una falta de rigor y… escrúpulos.
El reciente debate televisivo indicó una vez más su solvencia como orador, su capacidad de canalizar el descontento de una parte de la ciudadanía, pero recurriendo al miedo y la mentira compulsiva. Varias veces el moderador tuvo que intervenir recordando y subrayando afirmaciones que Trump negó ante las cámaras.
De a uno los diarios norteamericanos han ido tomando posición en la campaña. No sólo el más progresista New York Times, cercano a los demócratas, han manifestado su apoyo a Hillary Clinton, sino también medios tradicionalmente cercanos a los republicanos le han dado las espaldas. Prácticamente sólo lo apoya el conservador The National Enquirer.
El último en negar su apoyo a Trump ha sido el USA Today que, rompiendo una tradición de 34 años, ha decidido manifestar su postura sobre un candidato a la presidencia. Luego de un debate interno, la redacción de este medio de referencia nacional, más que apoyar a algún candidato específico ha decidido invitar a no votar por Trump al que considera “un peligroso demagogo”.
El juicio que el diario ha formulado en un editorial no tiene apelación. Por consenso unánime el consejo editorial considera que Trump directamente “no es apto para la presidencia”. Los argumentos son muchos: “le falta el carácter, el conocimiento, la constancia y la honestidad”, además de calificarlo de “errático”, se indica que “no está preparado para ser comandante en jefe”, “trafica con prejuicios”, “su carrera empresarial está llena de altibajos”, “no está siendo justo con los ciudadanos” porque no ha hecho públicas sus declaraciones de impuestos, “habla sin cuidado”, “ha embrutecido el diálogo nacional” y “es un mentiroso en serie”. “Intentar determinar cuál es su verdadera posición en varios asuntos es como tratar de disparar a un blanco móvil”, “sus ideas en política exterior van de desinformadas hasta incoherentes”, “ha construido su campaña basándose en el racismo y la xenofobia”, “ha estado implicado en miles de demandas en las tres últimas décadas”.
El New York Times tampoco ha usado guantes de seda con el candidato republicano: “Donald Trump no revela nada concreto ni sobre sí mismo ni sobre sus planes, mientras promete la luna y ofrece las estrellas bajo pago adelantado”.
La lista de diarios que le han negado su apoyo pese a que desde hace décadas respaldan a los candidatos republicanos es larga y en ella figuran el Winston-Salem Journal de Carolina del Norte, el Arizona Republic, el Cincinnati Enquirer, Dallas Morning News y Houston Chronicle de Texas, Richmond Times-Dispatch de Virginia, Tulsa World de Oklahoma y New Hampshire Union-Leader. En algunos casos estos medios apoyan a Clinton, en otros invitan a votar por otro de los candidatos.