El presidente de México quiere derogar los cambios impulsados por su predecesor, garantizar la gratuidad y crear 100 universidades públicas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, está impulsando una iniciativa para derogar la polémica reforma educativa puesta en marcha por su predecesor, Enrique Peña Nieto, y sustituirla por una que garantice la educación gratuita en todos los niveles y que establezca un pacto con los maestros. López Obrador, que ha manifestado en varias ocasiones su rechazo a la reforma de Peña Nieto por considerarla realmente una “reforma laboral” punitiva para los maestros, dijo que se ha llegado a un “acuerdo inicial” con padres y docentes, sin los cuales “no se puede llevar a cabo ningún plan para mejorar la enseñanza”.
El gobierno pretende destinar “más recursos” en la educación y ampliar el ingreso de los jóvenes a las universidades, para que “no haya rechazados” y todos tengan la oportunidad de estudiar. “En el periodo neoliberal (…) año con año se rechazaba a miles de jóvenes que no podían estudiar, con la mentira, el pretexto de que no pasaban el examen de admisión”, relató. Pero lo cierto, agregó, es que “no había cupo, no había espacios”, aspecto que se solucionará con la creación de 100 nuevas universidades públicas. Por su parte, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, dijo que se está trabajando con las universidades ya existentes para que amplíen su matrícula y hagan “un mejor uso de lo ya existente”.
Ya se han iniciado un programa piloto para analizar cómo aprovechar al máximo la infraestructura y la plantilla de maestros, para incluir a más alumnos utilizando los mismos recursos. “Se va a poder ampliar entre el 10 y el 12 por ciento de la cobertura”, valoró Moctezuma.
Uno de los puntos más polémicos de la reforma constitucional educativa de 2013 fue la evaluación para la contratación, permanencia y promoción de los maestros. Este fue duramente criticado por los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), quienes emprendieron varias protestas, marchas y huelgas para pedir la cancelación de la reforma.
Moctezuma explicó que, en vez de la evaluación ligada al tema laboral, se ayudará a los maestros a tener una formación continua, con el fin de tener un “magisterio preparado y actualizado”. El secretario avanzó que también se instalará un consejo consultivo que apoyará al sector educativo y que ayudará a configurar un “programa educativo del más largo aliento”, con una visión de 30 o 40 años.