Apenas 50.000 votos separan a los dos candidatos a presidente de Perú.
Apenas 50.000 votos separan a Pedro Pablo Kuczynski de su adversaria Keiko Fujimori en el recuento de los resultados de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales realizadas el pasado domingo en Perú. El candidato de PPK obtuvo hasta el momento el 50,148 por ciento de los sufragios escrutados contra el 49,852 obtenido por Fujimori, cuando se ha contabilizado el 98.22 por ciento de las actas.
El economista y ex ministro mantiene lleva 8.497.000 de votos contra los 8.447.000 conseguidos por Fujimori. El país sigue en vilo la contabilización de los sufragios y los dos candidatos han sido prudentes ante la incertidumbre generada por este empate técnico en el que cada voto emitido es necesario.
El inicial margen de ventaja entre 1 y 2 puntos, se ha reducido a un exiguo 0,28 por ciento, por lo que será clave el conteo de los votos provenientes del extranjero y de las provincias más alejadas, según explicaron las autoridades de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Kuczynski ganó la segunda vuelta en 12 regiones del país, especialmente el sur y Lima, donde reside un tercio de la población, mientras que Fujimori se impuso en 13 regiones del norte y centro, de acuerdo al conteo rápido de las encuestadoras.
El empate ha sorprendido a los analistas y más aún ha sorprendido la recuperación del PPK, que en la primera vuelta había conseguido en torno al 20 por ciento de los votos. La reacción “antifujimorista” es una clave de lectura importante de este resultado. La candidata de Fuerza Popular nunca ha tomado definitivamente distancia del sector que apoyó la gestión de su padre, el ex presidente Alberto Fujimori, hoy condenado a 25 años de prisión por delitos de corrupción y de lesa humanidad cometidos durante su presidencia. El grupo de izquierda Frente Amplio, liderado por la ex candidata presidencial derrotada en la primera vuelta, Verónika Mendoza, tuvo un rol importante en el crecimiento del PPK, habiendo apoyado a Kuczynski a último momento, precisamente para evitar una victoria del fujimorismo asociado a la corrupción.
De hecho, los analistas coincidieron en que la caída de Fujimori en las votaciones, tras haber encabezado las preferencias durante la campaña, respondió en parte a las denuncias de presunto lavado de activos contra el ex secretario general del partido y uno de sus principales financistas Joaquín Ramírez. El caso también ha involucrado al candidato a vicepresidente de Fujimori y exministro de Agricultura de Alberto Fujimori, José Chlimper, después de que este reconociera que entregó una grabación a un programa televisivo que difundió un audio manipulado para desacreditar la denuncia contra Ramírez.
De todos modos, también en caso de victoria Kuczynski deberá negociar con un Congreso dominado por el fujimorismo que en primera vuelta se ha asegurado más de la mitad de los 130 congresistas. Su capacidad de ampliar a otros sectores, incluso el fujimorismo, la gestión de Gobierno será por lo tanto clave para la gobernabilidad.