La Santa Sede manifestó preocupación por la situación de Venezuela

La Santa Sede manifestó preocupación por la situación de Venezuela

El Nuncio Apostólico y Observador Permanente ante la ONU, sostuvo en la asamblea de la OEA celebrada en México, que la convocatoria de la Constituyente presenta el riesgo de complicar ulteriormente la actual crisis institucional.

En su intervención durante la 47 sesión de la Organización de los Estados Americanos celebrada en Cancún (México) del 19 al 21 de junio, señaló que “la reciente decisión gubernamental de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, en vez de ayudar a solucionar los problemas, presenta el riesgo de complicarlos ulteriormente y hace peligrar el futuro democrático del país”. El diplomático se refirió así a la decisión del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de convocar a una Asamblea Constituyente para modificar la Carta Magna de 1999. La  decisión no solo ha recibido las críticas de la oposición, sino también de una figura que en estos años ha sido aliada del chavismo, la Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega, quien considera que la convocatoria vulnera la participación popular.

Mons. Auza (foto) recordó en su intervención que el Papa Francisco, la Secretaría de Estado del Vaticano y los obispos de Venezuela han llamado en distintas ocasiones a “los poderes públicos y políticos, a que, superando los intereses partidistas y las ideologías, escuchasen la voz del pueblo, defendiesen el bien común, creasen un clima de serenidad y de paz social, respetasen la institucionalidad en favor de la convivencia nacional y favoreciesen la acción social de las instituciones nacionales e internacionales para enfrentar la innegable crisis que sufre Venezuela y que golpea fuertemente a su población”. El Nuncio Apostólico resaltó que “por ello, la Santa Sede ha mantenido siempre una posición clara, reclamando a todos los líderes políticos el cese de la violencia e instando al respeto de la verdad y de la justicia”.

Durante la intervención, el representante del Vaticano recordó la carta enviada por el Secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolín, el pasado 1 de diciembre, en la que solicitaba que se haga frente a la escasez de alimentos, se convoque a elecciones, se restablezca la asamblea nacional y se acelere el proceso de liberación de los detenidos políticos. Asimismo, recordó que la situación actual también afecta a la Iglesia católica en el país, debido a que hubo “episodios de amenazas a sacerdotes, irrupciones violentas durante las celebraciones litúrgicas, acusaciones injustificadas contra instituciones eclesiásticas y ataques difamatorios públicos contra algunos obispos”, lamentó.

La Santa Sede alienta “una negociación seria y sincera entre las partes, basada en las claras condiciones indicadas en la mencionada carta del 1º de diciembre de 2016, comenzando por la celebración de elecciones directas, libres y trasparentes previstas para los años 2016 y 2017”, lo que sería “la única vía de salida a la grave crisis en que se ve inmersa el país”, sostuvo Auza. “Por otro lado –prosiguió– se valora muy positivamente la posibilidad de que un grupo de países de la región o, eventualmente, de otros continentes, elegidos tanto por el Gobierno como por la oposición, acompañen las negociaciones actuando como garantes”.

Este mes una delegación de obispos de Venezuela se reunión con el Papa Bergoglio para abordar precisamente la difícil situación que vive el país, recordada por el Santo Padre en varias oportunidades. Por otro lado, en la sesión de la OEA celebrada en Cancún no se consiguieron los votos necesarios para una resolución sobre la crisis del país sudamericano. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, solicitó el año pasado la aplicación de la cláusula democrática del organismo, que puede llevar incluso a la expulsión de Venezuela por haber provocado la ruptura del orden democrático.

 

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