La oscuridad del fútbol argentino

Hace tiempo que el olor nauseabundo que proviene de la sede de la Asociación del Fútbol Argentino no deja respirar con normalidad. A este punto ya no se sabe si el origen de esa putrefacción ha ingresado desde el exterior o sale de las propias entrañas del edificio de la calle Viamonte, en la ciudad de Buenos Aires.

Las idas y vueltas para resolver cuál es el camino que seguirá la organización del fútbol en la Argentina parecen interminables, aunque ayer parecería haber habido un principio de acuerdo entre los dirigentes de Primera División y el Ascenso. Al menos es lo que ambas partes sugirieron después de un cónclave vespertino: entre el 27 de febrero y el 1º de marzo se realizaría una Asamblea en la que se reformaría el estatuto, se rescindiría el contrato con el Fútbol Para Todos, se rubricaría el convenio con los nuevos dueños de los derechos de TV y se crearía la Superliga. El 3 de marzo volvería a rodar la pelota. El 16 de marzo se realizarían las elecciones con los 45 asambleístas que establecería el nuevo estatuto.

En esta historia siempre hay que hablar en potencial, porque los dirigentes han acostumbrado al mundo futbolero que cuando dicen “A” muchas veces es “Z”, por lo que todo hay que tomarlo con pinzas.

Una pata clave en esta historia interminable es qué sucederá con los derechos de TV que ya no explotará el Gobierno. Se conocen tres ofertas, con diferentes condiciones y montos, por parte de Fox Turner, ESPN y el grupo Consor. Y el tema del reparto de ese dinero y del que debe pagar el Gobierno por la rescisión del Fútbol Para Todos entre los clubes de primera, del ascenso y del Interior es el principal factor que mueve las decisiones de unos y otros.

En este contexto, el canal TyC Sports sacó a la luz escuchas telefónicas en las que el presidente de Boca, Daniel Angelici, pide favores al entonces presidente de la AFA, Luis Segura, y al titular del Tribunal de Disciplina, Fernando Mitjans. A uno le solicita que hable con el árbitro que dirigiría el partido decisivo con Vélez que ponía en juego una plaza para la Libertadores 2015. Al otro, que las sanciones por las expulsiones de dos jugadores en el Torneo de Verano de ese año no impidieran que pudiesen disputar ese encuentro clave para los intereses del club. Todo oscuro.

Pero sí, leyó bien. Son conversaciones de hace dos años y recién ahora se dan a conocer. Desde aquel episodio hasta estos días, Angelici, por su cargo en el club y su papel en la política nacional, muy vinculado al Gobierno, ha estado siempre en el tapete. Hasta incluso esbozó la idea de generar un torneo paralelo a la Copa Libertadores 2017 porque su equipo, deportivamente, había perdido las chances de clasificar. ¿Cuál es el motivo por el que se esperó tanto tiempo para que se escucharan estas conversaciones? ¿Por qué justo en este momento en el que se juega el futuro del fútbol y en el que el presidente de Boca juega un papel clave? Es cierto que se trata de una “política” común de los dirigentes, que el propio Segura admitió tras difundirse esos diálogos.

Se decía que habías tres ofertas para transmitir el fútbol argentino. La licitación sería el próximo 16-17 de febrero. No vaya a ser cosa que aparezca un nuevo gigante mediático interesado.

 

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