Anoche se inauguró la 46º Asamblea General que durará hasta mañana.
Anoche se inauguró la reunión que durará hasta mañana. La crisis venezolana será afrontada por el Consejo Permanente el 23 de este mes, aunque es de esperarse que sea objeto de conversaciones informales y de negociaciones. También queda flotando en el aire el tema de la financiación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.Quedó inaugurada anoche, en Santo Domingo, la 46 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos. Contrariamente a lo esperado, en la agenda de los dos días de trabajos que comienzan hoy bajo el lema: “Fortalecimiento institucional para el desarrollo sostenible de las Américas”, no figuran dos cuestiones candentes: la situación interna en Venezuela y la crisis de financiación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Todos los países del continente menos Cuba, están siendo representados en la sesión que cuenta con la participación de 27 cancilleres y altos representantes de los 34 países miembros. El presidente dominicano, Danilo Medina, hizo referencia al tema de Venezuela en su discurso de inauguración anoche, cuando afirmó: “Nos preocupa el momento por el cual está pasando el pueblo venezolano. En ese sentido, apoyamos sin reservas todas las iniciativas de diálogo que conduzcan, con apego a la Constitución y el pleno respeto a los derechos humanos, a la resolución de la efectiva diferencia entre los sectores políticos. “En especial respaldamos la iniciativa puesta en marcha en nuestro país por UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) con el concurso de los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá para la reapertura de un diálogo efectivo entre el Gobierno venezolano y los sectores de oposición”.
La exclusión del tema señala, una vez más, que hay posturas divididas respecto de la situación venezolana. Luego de intervenir para que el tema estuviera presente, el proprio secretario general Luis Almagro aceptó que “los países tendrían que haber votado su inclusión en el temario y eso a esta altura es imposible e innecesario al haberse fijado una fecha para el 23 de junio” para debatir ese asunto en una sesión del Consejo Permanente en Washington”, por lo que manifestó que no abordaría el tema.
En efecto, Almagro solicitó una convocatoria del Consejo Permanente, prevista para el 23 de junio, demandando la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela. Eso implica un proceso que tiene diferentes fases aplicables con gradualidad y decididas a niveles cada vez más altos. La decisión de promover gestiones diplomáticas puede ser tomada con el voto de 18 embajadores, mientras que la convocatoria urgente de una reunión de los cancilleres de la OEA necesita del voto de 24 embajadores. Por último, la decisión de suspender el país de la organización debe ser respaldada por el voto de 24 cancilleres.
Que el tema no forme parte de la agenda oficial, sin embargo, no significa que no habrá contactos informales sobre el tema ni que dejará de ser objeto de gestiones. Los países miembros del ALBA, que encabeza Venezuela, anunciaron que manifestarían su rechazo a la aplicación de la Carta Democrática, que al parecer no pareció suscitar adhesiones inmediatas entre los socios, como parece indicar la intervención de Medina, aunque sin duda hay preocupación por la crisis venezolana.
Asimismo, habrá otro tema que será motivo de negociaciones, y es la CIDH, el órgano autónomo de derechos humanos de la OEA, que vive una grave crisis financiera por falta de fondos, lo que podría motivar una drástica reducción de su personal y su actividad si para mañana no aparecen 2 millones de dólares que le faltan para cumplir mínimamente con sus funciones. El propio Almagro reiteró un llamado a los Estados miembros para que el organismo no dependa de aportes voluntarios, en parte de países extranjeros que no son miembros de la OEA. El tema es que, a menudo, preocupa la autonomía de criterios de la CIDH en el sistema interamericano en la evaluación de la situación de los derechos humanos en la región. La suma faltante no parecería ser un problema real dada la consistencia económica y el número de los miembros de la OEA.
La Asamblea General votará, además, la “Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”, un documento que insumió 17 años de negociación, un plan de acción para las personas afrodescendientes y la “Declaración de Santo Domingo” sobre el tema oficial del encuentro.
Comienza por tanto hoy una reunión clave, en un momento delicado para todo el continente.
