La caja de pandora electoral

La caja de pandora electoral

El martes 8 de noviembre de 2016 el electorado estadounidense sacudió al mundo dándole un “inesperado e histórico triunfo” a Donald Trump. Es tiempo de saber si fue un viento pasajero, o si el huracán, ya no republicano sino “trumpista”, es una tendencia consolidada.

A principios de 2020 don Trump parecía andar de parabienes, al menos desde la perspectiva económica. Los Estados Unidos consolidaban la bonanza económica iniciada en tiempos de Obama. El virus que arrasa con todo a su paso, detuvo estos números, y la pregunta es cómo habrá de incidir en estas elecciones presidenciales 2020.

En el cierre de la Convención Nacional republicana en agosto pasado, el presidente afirmó: “Esta es la elección más importante de la historia de nuestro país. En ningún momento antes los votantes se habían enfrentado a una elección más clara entre dos partidos, dos visiones, dos filosofías o dos agendas. Esta elección decidirá si salvamos el sueño americano o permitimos que una agenda socialista demuela nuestro destino”.

Su gestión tiene pocos seres que le son indiferentes, el personaje que construyó de sí mismo, le resulta redituable. Todo el mundo habla de Trump, y eso tiene un peso considerable para el hombre que tuitea constantemente. 

Impuso un mensaje en contra de la globalización y a favor de la industria nacional. Instaló una guerra comercial con China, elevó el déficit fiscal y la deuda, y favoreció, sobre todo, a las empresas y a los más ricos con recortes de impuestos y desregulaciones. 

Eliminó regulaciones que protegían el medio ambiente y abandonó la lucha contra el cambio climático. Desalentó la inmigración y copó la Justicia y la Corte Suprema con sus jueces.

Pandemia

Su presidencia juega con el estilo de las polémicas. Desde la oposición denunciaron abusos como el Ucraniagate y acusaciones por supremacista. Pero la estrategia no se modificó, Trump sigue fiel a un estilo indescifrable, o carente de lógica racional. Dice lo que piensa en el momento, y vaya si lo hace bien. Parece manejar el sentido de la oportunidad con notable destreza. El Washington Post le contabilizó más de 22.000 contradicciones. Es un espectáculo televisivo en sí mismo, pero real…

El voto por Biden es en muchos casos un voto contra Trump. El actual presidente llega a la elección algo rezagado en las encuestas, igual que en 2016.

Aún con la pandemia y más de 20 millones de estadounidenses con problemas laborales, más de la mitad de los votantes están mejor que en 2016 según una encuesta de Gallup. Este sondeo es mejor que los que tuvieron Reagan, Bush y Obama a la hora de lograr su reelección.

Electores/Decisores

El voto popular no determina al ganador, decisión que recae en el Colegio Electoral.

El martes 3 de noviembre cuando los estadounidenses emitan su voto, en realidad estarán eligiendo una lista de electores designados por los partidos políticos de su estado que se comprometen a apoyar al candidato de ese partido. Habrá que estudiar el mapa electoral y su incidencia en la cantidad de electores que esto aporta para obtener los 270 votos necesarios sobre un total de 538. 

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