Jornada de nuestros mayores

Jornada de nuestros mayores

La primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores fue presentada este martes 22 de junio en Roma junto al mensaje preparado por el Santo Padre para esta ocasión. La misma tendrá lugar el domingo 25 de julio, y llevará por lema: “Yo estoy con ustedes todos los días”.

Intervinieron en esta presentación el Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; el Dr. Vittorio Scelzo, Encargado de la pastoral de los ancianos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; la Señora Monique Bodhuin, Presidenta de Vie Montante Internationale, conectada desde Estrasburgo; la Señora María Sofia Soli y Elena Liota, de la Comunidad de San Egidio.

El Cardenal Farrell afirmó que esta Jornada Mundial “será una fiesta”. Y dijo que se sentía la necesidad, tras un año tan difícil, de esta fiesta, que implica a los abuelos y a los nietos, a los jóvenes y a los mayores. “‘Había que hacer fiesta’ dice el Padre en la parábola. Se abre una nueva página, tras unos meses dramáticos de dificultades. Y, sin embargo, muchas personas mayores tendrían derecho a quejarse de cómo han sido tratadas – o maltratadas – en estos meses de pandemia. Pero la Iglesia nos invita a dar un paso más y nos habla de ternura”.

“Ternura hacia los mayores – dijo el Purpurado – porque, como nos recuerda el Santo Padre en el mensaje que hoy les presentamos, el Coronavirus ‘les ha reservado un trato más duro’. Por eso, el Papa espera la visita de un ángel, que baje a consolarlos en su soledad, e imagina que este ángel puede tener el semblante de un joven que visita a un anciano”.

Y después de destacar que esta nueva Jornada también habla “de la ternura de los abuelos hacia sus nietos, de la guía segura que pueden ser los mayores para tantos jóvenes que se encuentran perdidos, especialmente en una época como la que vivimos, en la que las relaciones humanas se han enrarecido”, el Cardenal Farrell añadió: “La ternura no es sólo un sentimiento privado, que alivia las heridas, sino una forma de relacionarse con los demás, que también debería respirarse en el espacio público. Nos hemos acostumbrado a vivir solos, a no abrazarnos, a considerar al otro un peligro para nuestra salud. Nuestras sociedades, nos dice el Papa en Fratelli tutti, están fragmentadas”.

“En la sociedad deshilachada y endurecida que está surgiendo de la pandemia, dijo también el Cardenal Farrell, no sólo hay que vacunarse y recuperarse económicamente”, sino que “hay que volver a aprender el arte de las relaciones. En esto, los abuelos y los mayores pueden ser nuestros maestros. Por eso también son tan importantes”.

Recordó que este mensaje “es a la vez afectuoso y exigente con los abuelos y las personas mayores”. Y dijo que “el Santo Padre se dirige a ellos con palabras afectuosas, pero también les anuncia una llamada a ‘una vocación renovada en un momento crucial de la historia’”.

El Doctor Scelzo ofreció diversas informaciones sobre esta primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores, que se celebrará este año por primera vez el próximo 25 de julio, e ilustró el material que el Dicasterio puso a disposición a partir de hoy.

“A partir de las 12 horas, en la página web www.amorislaetitia.va se podrá encontrar el mensaje del Santo Padre para la Jornada, tanto en vídeo como en una versión sencilla para imprimir y regalar a los mayores; también habrá una oración compuesta para la ocasión, algunas sugerencias pastorales sobre cómo celebrar la Jornada, un subsidio litúrgico y una colección de palabras del Santo Padre sobre los ancianos”.

Entre otras consideraciones sugirió que durante la visita de los nietos a sus abuelos y de los jóvenes a los mayores solos, se les entregue el mensaje del Papa o se les haga escuchar el vídeo, y que asimismo se rece con la oración preparada para la Jornada.

Intervención de la Señora Monique Bodhuin

La Señora Bodhuin agradeció al Cardenal Farrell su invitación para intervenir en esta ocasión en nombre de Vie Montante International (VMI), un movimiento de la acción católica con unos cuarenta mil miembros en todos los continentes, cuya misión se basa en tres pilares: la amistad, la espiritualidad y la implicación en la sociedad. 

“Depende de cada uno de nosotros – dijo además – encontrar la manera de expresar la presencia afectuosa y la ternura sincera que los mayores necesitan para alimentar sus ganas de vivir. Sus ganas de vivir han sido minadas durante más de un año por la pandemia; mucho antes de que el virus Covid-19 trastornase el mundo, el Papa Francisco no perdía la oportunidad de decir a la Iglesia y al mundo que el cuidado de los mayores es el deber de todo hombre y mujer digno de ese nombre: para él, una civilización que descuida a sus mayores es una civilización perdida”.

Intervención de la Señora María Sofía Soli

Soli también agradeció la oportunidad de dar su testimonio como persona mayor: “Hoy, cuando el mal parece alejarse sentimos con demasiada fuerza la necesidad de dar nuestra contribución para no ‘desperdiciar esta crisis’, para orientar a la humanidad hacia un futuro mejor, con menos egoísmo y oposición y más fraternidad”

“Queremos honrar nuestra edad – dijo al concluir – sembrando con toda la energía que nos queda los tres pilares de los que habla el Papa Francisco en su mensaje: sueños, memoria, oración. Mientras a nuestro alrededor el mundo parece encogerse, es hermoso ampliar la mirada de nuestro corazón con nuestros sueños, y transmitirlos a los que vendrán después de nosotros, sabiendo que sin memoria no hay futuro. La memoria no es un fin en sí misma, no nos hace prisioneros del pasado. Como dice el Papa, son los cimientos de una casa en construcción”.

Intervención de la Señora Elena Liotta

“Podemos salir mejores de la pandemia, como nos recuerda a menudo el Papa. Pero para nosotros, los jóvenes, esto significa asumir la responsabilidad de salir de nuestra concentración en nosotros mismos, de nuestra egolatría, y construir redes y vínculos entre generaciones”, dijo hacia el final de su intervención. Y concluyó: “Sin memoria, cuando el presente parece oscuro y carente de perspectivas esperanzadoras, es difícil imaginar el futuro y soñar. Sin memoria las tormentas parecen gigantescas e imposibles de superar. La alianza entre jóvenes y mayores es el gran recurso para afrontar las tormentas y soñar con un futuro diferente, un futuro mejor para todos”.

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2021-06/presentada-la-primera-jornada-mundial-de-los-abuelos-y-los-mayor.html

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