El primer ministro Benjamín Netanyahu y Benny Gantz, líderes de los dos principales partidos, no alcanzaron un acuerdo para un gobierno de unidad nacional.
No ha conseguido formar un nuevo gobierno el actual primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por lo que toma forma la posibilidad que, por tercera vez en un año, los israelíes sean nuevamente convocados a las urnas.
Netanyahu ha intentado alcanzar la mayoría de los 61 votos, en el parlamento de 120 bancas, proponiendo asociarse al líder de Azul y Blanca, Benny Gantz, el segundo grupo más votado del país, y compartir la jefatura de gobierno. Sin embargo, el punto de disidencia es quién comenzaría el primer periodo a la cabeza del Ejecutivo. Netanyahu no estuvo dispuesto a ceder sobre el punto de comenzar él a liderar el gabinete. El motivo es que está apurado por graves acusaciones de corrupción y deberá comparecer pronto ante la justicia, por lo que es esencial mantener sus fueros, los que perdería de no ser primer ministro. Gantz se ha mostrado inflexible al respecto.
Hoy es de esperarse que el presidente de Israel entregue a Gantz el mandato de explorar una mayoría alternativa. Pero si Netanyahu puede reunir 55 votos, sin aliarse con Gantz, este último, sin Netanyahu no supera los 54 votos. En el medio, el líder de los conservadores de Avigdor Lieberman, controla 8 votos claves para formar una mayoría, pero éste rechaza cualquier colaboración con los extremistas de derecha y con los partidos árabes. Por ello, la perspectiva inmediata presenta como posible que los israelíes vuelvan a las urnas.
