Frutos evangélicos

Frutos evangélicos

Las primeras cepas de uva que se cosecharon en el mundo eran originarias de los Montes Zagros, entre Irán e Irak. Entre ellas estaba el Malbec, nombre que se le atribuye a un húngaro que vivió en el siglo XIX, que identificó la uva y la introdujo en el mercado de Francia. Desde allí se expandió por Europa, llegando a América de la mano de Colón. Las vides ingresaron a las zonas de Salta y Cafayate, provenientes desde el Alto Perú. 

Nuevamente el milagro dio como fruto el vino

Sin embargo fue en Santiago del Estero donde nació la viticultura argentina. La necesidad de producir la sangre de Cristo, impulsó la necesidad de producir el fruto de la uva. El especialista Diego Di Giacomo cuenta que “el clérigo Juan Cedrón llegó desde Chile para establecerse en la actual provincia santiagueña… y donde hay un sacerdote, hay misa, y donde hay misa, debe haber vino para celebrarla” .. Según los relatos, Cedrón cruzó los Andes a lomo de mula, con las estacas de vid a cuestas hasta su destino final. Aquellas vides eran cepas Moscatel y Uva País, procedentes de España. Así logró abastecerse de vino para sus misas, dando sin proponérselo, el punta pie inicial de una larga historia en un territorio muy próspero”, apunta el sommelier.

La expansión por todo el país estuvo a cargo de los Jesuitas. Hacia fines del siglo XVI había viñedos en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Misiones, donde se encontraba una de las plantaciones más importantes del territorio. Mendoza y San Juan fueron sitios claves, ya que por allí ingresaban al territorio las vides provenientes de Chile, que ya contaba con una prominente producción vitivinícola.

“La viticultura real en Argentina empieza con Sarmiento. Antes de él, lo que había era producciones muy rudimentarias. Las vides que existían antiguamente en América daban uvas de mesa, de postre, no las de calidad enológica. Sarmiento fue que trajo las primeras vides de alta calidad, lo que hoy conocemos como el Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec. Fue también quien trajo de Francia al primer ingeniero agrónomo especializado en viticultura. Así fundó una escuela agraria para desarrollar ese tema, la Quinta Normal”, detalla el especialista.

Domingo Faustino y sus frutos 

Desde el área de Archivo Histórico del Museo Histórico Sarmiento comentan que en 1841 Sarmiento contribuyó en Chile a formación de la Quinta Normal de Santiago, a partir del modelo de la Escuela Normal de París, destinada al cultivo de plantas y de vides. A partir de esa experiencia, Sarmiento le propuso al Gobernador de Mendoza, Pedro Pascual, que contrate al ingeniero agrónomo francés, Michel Aimé Pouget, a quien ya había conocido en Chile. Fue así que Pouget se radicó en Mendoza en 1853 y fundó y dirigió la Quinta Normal.

El proyecto para la creación de esta quinta se presentó en la Cámara de Representantes de Mendoza un 17 de abril de 1853, fecha que más tarde se establecería como el Día Mundial del Malbec.

“Otras veces lo he dicho, y esta vez debo repetirlo: consultada la posición mediterránea de Mendoza, era, hasta entonces, un pueblo eminentemente civilizado, rico en hombres ilustrados y dotado de un espíritu de empresa y de mejora que no hay en pueblo alguno de la República argentina: era la Barcelona del interior. Se formaron sociedades de Agricultura, Industria, Minería y Educación pública, dirigidas y secundadas todas por hombres inteligentes, entusiastas y emprendedores”, detalla el preclaro Sarmiento en el Facundo.

El vino como economía regional

  • Hay más de 900 bodegas activas en toda la Argentina.
  • El 92% de los viticultores tienen hasta 25 hectáreas y son los que concentran el 55% de la superficie total cultivada de vid en el país.
  • La vitivinicultura es una economía regional emblemática que tiene el más amplio despliegue territorial. Es imprescindible la promoción de esta actividad económica compuesta mayormente por pequeños y medianos productores.
  • El Vino Argentino es un valor de nuestra civilización y un elemento básico de la identidad argentina, que contribuye al sustento socioeconómico de las provincias productoras que cuentan con amplia diversidad de climas y suelos que convierten a cada región en un terruño único.
  • La vitivinicultura genera más de 106 mil puestos de trabajo directos y 280 mil indirectos.
  • El complejo vitivinícola es una de las 10 principales cadenas exportadoras del país, junto son casi 500 exportadores que llegan con sus vinos a 127 países.
  • Los principales mercados para los vinos argentinos son: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Brasil y Países Bajos.

Bondades y variedades del vino

  • En Argentina hay 223.585 has cultivadas con viñedos. Malbec (21%), Cereza (15%), Bonarda (10%), Criolla Grande (8%), Cabernet Sauvingnon (8%), Syrah (7%), Pedro Giménez (6%), resto (25%).
  • En el 2016, el 4,8% del total de vinos despachados en el mercado interno fueron vinos espumantes. Existen 39 medianos y grandes establecimientos que comercializan vinos espumantes y 83 pequeños establecimientos que comercializan hasta 100 hectolitros anuales de espumantes.
  • Argentina exporta productos vínicos a más de 127 destinos. El 74% de los despachos al exterior corresponden a vinos fraccionados. El vino argentino es un producto de alto valor agregado.
  • Mediante la Ley N° 25.849 se creó la COVIAR, una alianza entre en sector público y privado, cuya misión es consolidar los mercados internos y externos e integrar a los actores de la cadena.

Formas de consumo

  • El vino evoca una modalidad cultural de consumo moderado, consolidado por hábitos sociales propios de la identidad argentina.
  • Nuestro país ocupa el séptimo lugar a nivel mundial de consumo per cápita de vino, siendo actualmente de 22 litros de vino anuales por habitante.
  • 8 de cada 10 argentinos beben vino en el hogar y en compañía de la pareja y/o la familia.
  • Argentina está en el sexto puesto en producción de vinos con 11,8 millones de hectólitros y séptimo lugar en la superficie implantada, con más de 230 mil hectareas.

¿Cómo es el Malbec?

“El malbec es la uva con que todas las bodega se abren cancha a la hora de exportar, y fue Argentina quien trabajó con la cepa y la posicionó en el éxito que tiene ahora. Cuando Sarmiento fue a Francia y trajo la Malbec, para ellos era una uva de descarte, debido a que el clima allá no es tan cálido y las uvas y las pieles no llegan a madurar tanto y quedaba un vino ácido, tánico, astringente. Los franceses usaban esa especie para hacer vino de corte, es decir, mezclaban un poco con la Malbec solo para darle color. Desde entonces la especie Malbec se adaptó al suelo y al clima argentino, y se convirtió en la uva más plantada en la Argentina. Hay unas 43.000 hectáreas con esa variedad, constituyéndose en la cepa más representativa del país. El vino es sinónimo de vida, no solo en la mesa: salud!

Fuentes:

https://www.argentina.gob.ar/agricultura/campana-vino-argentino/datos-del-sector

https://www.cultura.gob.ar/17-de-abril-dia-del-malbec_7432/

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