Ante la aprobación del proyecto de ley de aborto en el Senado, la Conferencia Episcopal Argentina emitió un comunicado ratificando que continuará trabajando con firmeza por el cuidado de la vida.
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) destacó que el pueblo argentino “seguirá eligiendo siempre todas las vidas” en un pronunciamiento difundido tras la aprobación en el Senado de la ley de aborto.
“La Iglesia en la Argentina quiere ratificar junto a hermanos y hermanas de distintos credos y también a muchos no creyentes, que continuará trabajando con firmeza y pasión en el cuidado y el servicio a la vida. Esta ley que ha sido votada ahondará aún más las divisiones en nuestro país. Lamentamos profundamente la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo, el cual se ha expresado de diversas maneras a favor de la vida a lo largo y a lo ancho de nuestra Patria”, afirmó.
“Tenemos la certeza de que nuestro pueblo seguirá eligiendo siempre toda la vida y todas las vidas. Y junto a él seguiremos trabajando por las auténticas prioridades que requieren urgente atención en nuestro país: Los niños y niñas que viven en la pobreza en cantidad cada vez más alarmante, el abandono de la escolaridad por parte de muchos de ellos, la apremiante pandemia del hambre y la desocupación que afecta a numerosas familias, así como la dramática situación de los jubilados, que se ven vulnerados en sus derechos una vez más”, añadió.
Finalmente, expresó: “Abrazamos a cada argentina y a cada argentino; también a los diputados y senadores que valientemente se han manifestado a favor del cuidado de toda la vida. Defenderla siempre, sin claudicaciones, nos hará capaces de construir una Nación justa y solidaria, donde nadie sea descartado y en la que se pueda vivir una verdadera cultura del encuentro”.
El comunicado fue emitido en Buenos Aires, en la mañana del 30 de diciembre de 2020, y está firmado por el director de la Oficina de Comunicación y Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina, presbítero Máximo Jurcinovic.
Fuente: AICA
Personalmente no abortaría, y como médico, nunca hice uno, ni quirúrgico ni farmacológico, y a las parejas que vinieron a pedirlo, charlando, comenzaron a dudar de su decisión. Sólo las menos, optaron por abortar.
En este contexto me parece que lo de la Conferencia Episcopal, no es oportuno. Y por varias razones. Nunca se manifestó contra el hambre, ni promovió una cruzada ante los gobiernos que fomentaron y/o hicieron del hambre, una política pública. El hambre enferma y mata. No se ha manifestado favoreciendo a aquellos que no tienen agua potable, y las infecciones por aguas servidas, desnutren, enferman y matan. Ha apoyado la desaparición de personas, y la guerra contra Inglaterra en Malvinas. No hace algo, por el cuidado de la ecología. Entonces, limitar al aborto y la eutanasia, toda la religión, a la primera que le hace mal, es a la misma Iglesia.
Y lo más paradójico, no aprovecha la coyuntura para despegarse del poder político y avanzar hacia la disociación Iglesia/Estado, que tan mal le hace a la Iglesia.
Y digo Iglesia como institución, no cómo religión. Espero una Iglesia madura, altruista, que ejerce el Evangelio, no sólo lo proclama, y que como decía Radrizzani, “el Obispo no es un príncipe, es el primer servidor”. Saludos cordiales