Enmudecer las armas y darle voz a los constructores de la paz

Enmudecer las armas y darle voz a los constructores de la paz

En el arribo del 33º Viaje Apostólico de Francisco, a la ciudad de Bagdad, tuvo lugar su primer discurso a las Autoridades el viernes 5 de marzo. El Pontífice recordó el sufrimiento del pueblo iraquí, golpeado por guerras y terrorismo, a la vez que remarcó la necesidad de diálogo, la búsqueda de la paz, la justicia y el cuidado hacia los más vulnerables, con un llamado a la solidaridad y a la convivencia fraterna.

El Papa manifestó a los 150 presentes su agradecimiento por la oportunidad de realizar esta Visita Apostólica, “tan esperada y deseada”, una visita que tiene lugar “mientras el mundo entero está tratando de salir de la crisis por la pandemia de Covid-19”.

“En las últimas décadas Iraq ha sufrido los desastres de las guerras, el flagelo del terrorismo y conflictos sectarios basados a menudo en un fundamentalismo que no puede aceptar la pacífica convivencia de varios grupos étnicos y religiosos, de ideas y culturas diversas. Todo esto ha traído muerte, destrucción, ruinas todavía visibles, y no sólo a nivel material: los daños son aún más profundos si se piensa en las heridas del corazón de muchas personas y comunidades, que necesitarán años para sanar”, afirmó el Papa, dedicando un pensamiento especial a los yazidíes:

Y aquí, entre tantos que han sufrido, no puedo dejar de recordar a los yazidíes, víctimas inocentes de una barbarie insensata y deshumana, perseguidos y asesinados a causa de sus creencias religiosas, cuya propia identidad y supervivencia se han puesto en peligro. Por lo tanto, sólo si logramos mirarnos entre nosotros, con nuestras diferencias, como miembros de la misma familia humana, podremos comenzar un proceso efectivo de reconstrucción y dejar a las generaciones futuras un mundo mejor, más justo y más humano.

Bendita diversidad, un recurso valioso para aprovechar

 “La diversidad religiosa, cultural y étnica que ha caracterizado a la sociedad iraquí por milenios, es un recurso valioso para aprovechar, no un obstáculo a eliminar” agregó el Santo Padre, e indicó:

Hoy, Iraq está llamado a mostrar a todos, especialmente en Oriente Medio, que las diferencias, más que dar lugar a conflictos, deben cooperar armónicamente en la vida civil.

“La coexistencia fraterna necesita del diálogo paciente y sincero, salvaguardado por la justicia y el respeto del derecho, y requiere del esfuerzo y compromiso por parte de todos para superar rivalidades y contraposiciones”.

Peregrino de la paz

 “Vengo como penitente que pide perdón al Cielo y a los hermanos por tantas destrucciones y crueldad. Vengo como peregrino de paz, en nombre de Cristo, Príncipe de la Paz” afirmó el Pontífice dirigiéndose al Presidente iraquí y a las Autoridades del país. “¡Cuánto hemos rezado en estos años por la paz en Irak!” Y recordó que su predecesor, Juan Pablo II, “no escatimó iniciativas, y sobre todo ofreció oraciones y sufrimientos por esto”. “Y Dios escucha, escucha siempre”, aseguró, haciendo un apremiante llamamiento:

“Que callen las armas, que se evite su proliferación, aquí y en todas partes. Que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local. Que se dé voz a los constructores, a los artesanos de la paz, a los pequeños, a los pobres, a la gente sencilla, que quiere vivir, trabajar y rezar en paz. No más violencia, extremismos, facciones, intolerancias; que se dé espacio a todos los ciudadanos que quieren construir juntos este país, desde el diálogo, desde la discusión franca y sincera, constructiva; a quienes se comprometen por la reconciliación y están dispuestos a dejar de lado, por el bien común, los propios intereses.”

La religión al servicio de la paz y la fraternidad

“El nombre de Dios no puede ser usado para justificar actos de homicidio, exilio, terrorismo y opresión”, subrayó finalmente el Santo Padre, recordando que “la religión, por su naturaleza, debe estar al servicio de la paz y la fraternidad”.

También en Iraq la Iglesia católica desea ser amiga de todos y, a través del diálogo, colaborar de manera constructiva con las otras religiones, por la causa de la paz.

Sobre el final agradeció nuevamente a las Autoridades iraquíes “por todo lo que han hecho y siguen haciendo para edificar una sociedad orientada hacia la unidad fraterna, la solidaridad y la concordia”, e invocó la abundancia de las bendiciones divinas sobre todo el pueblo iraquí.

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2021-03/papa-francisco-discurso-autoridades-iraq-que-callen-las-armas.html

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