Desde el año 2000 son más de cien los comunicadores asesinados en el país norteamericano. El año pasado fueron once.
El sexenio de gestión del presidente Enrique Peña Nieto termina siendo el más violento en décadas y también uno de los más duros para los periodistas. Esta semana fue asesinado Javier Enrique Rodríguez Valladares, un camarógrafo y reportero del Canal 10 de noticias en Cancún. En lo que va del año, son ocho los comunicadores asesinados en el país.
La Fiscalía de Quintana Roo emitió un breve comunicado en el que confirma “la muerte de dos personas de sexo masculino a consecuencia de arma de fuego” e identifica como una de las víctimas a Rodríguez Valladares. El comunicado indica que, por el momento, no se puede inferir que haya un vínculo entre el asesinado y la actividad del comunicador, aunque están abiertas todas las líneas de investigación. Rodríguez Valladares se desempeñaba principalmente como camarógrafo, pero también realizaba entrevistas y reportajes de temas políticos. Medios de Cancún señalan que el comunicador fue asesinado cuando estaba con otro hombre, al parecer un artesano, en una de las principales avenidas de la zona urbana del destino turístico. Según el reporte de la Fiscalía, el hombre que acompañaba al camarógrafo también falleció por impactos de arma de fuego, aunque no reveló su identidad. Los medios locales señalan que habría sido un ataque directo contra el comunicador y que habría ocurrido cuando se disponía a vender un automóvil. En el lugar habrían quedado un arma y diez casquillos percutidos.
Con el asesinato de Rodríguez Valladares suman tres comunicadores asesinados en dos meses en Quintana Roo, un estado donde no se habían reportado mayores ataques contra la prensa en los últimos años. El 24 de julio fue asesinado a balazos Rubén Pat, director de Playa News, un semanario digital de Playa del Carmen, vecino de Cancún y también gran receptor de turistas internacionales. El 29 de junio fue ultimado José Guadalupe Chan en un poblado indígena maya localizado en Quintana Roo, donde fue corresponsal de Playa News.
México es considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. En 2017 fueron asesinados 11 comunicadores y desde 2000 suman más de cien, según recuentos de organizaciones defensoras de la libertad de expresión. La gran mayoría de estos crímenes han quedado impunes. El gobierno ha creado un mecanismo para la protección de periodistas y defensores de derechos humanos, también blanco de ataques criminales en varios puntos del país. Sin embargo, la ONU advirtió el lunes pasado que los recursos financieros para este mecanismo son insuficientes y podrían agotarse en las próximas semanas. Ello supondría un riesgo para las 959 personas -entre ellos también defensores de derechos humanos- que actualmente benefician del mecanismo, como ya ha ocurrido, y también ocasionaría que nuevas personas en riesgo no pudieran recibir protección.